El equipo de Javi Bermúdez recibe al Pontevedra con su portero lesionado, pero con la confianza que da no haber perdido en casa este año
24 oct 2015 . Actualizado a las 05:00 h.El partido del próximo domingo en Aranda será un duelo de iguales. Dos recién ascendidos de Tercera que luchan por no descolgarse de la categoría. El Pontevedra llega con tres victorias consecutivas en la mochila a un campo, en el que el Arandina es difícil de batir. Hasta ahora ha convertido el Montecillo en una fortaleza en la que los principales equipos de la categoría no han conseguido superarlos. La única derrota del Racing de Ferrol fue en tierras burgalesas, mientras el Racing de Santander, Logroñés e Izarra solo pudieron firmar sendos empates. El Pontevedra llega mañana a las 17.00 horas con la intención de romper esa racha. Lo hace un su mejor momento, aunque Luisito no se confía. «Nosotros vamos igual que la semana pasada a Astorga, vamos dispuestos a competir, hay que temerlos porque además, vienen de ganarle a un filial», señala el técnico, que reconoce que en la pretemporada le echó el ojo a alguno de sus jugadores.
El entrenador del Arandina, Javier Bermúdez, no teme a la condición de recién ascendido del Pontevedra. Son como ellos, pero «tienen un bloque que sabe hacer muy bien las cosas». El técnico burgalés ha diseñado un bloque que empezó la temporada con muy buenas sensaciones, después de quedarse a las puertas del ascenso durante muchos años. A pesar de ser un habitual de Tercera, Bermúdez recalca que un éxito para ellos «es quedar por encima del play off de descenso, de salvarnos». Sabe que para cumplir el objetivo de la temporada los partidos en casa deben ser imperdonables. Ya lo son. El Pontevedra llega ahora con la autoconfianza que da las victorias y con la única duda de Adrián Gómez. El capitán granate se recupera de una microrrotura en el aductor derecho. Aunque su convocatoria todavía está en el aire, el argentino se ve en condiciones de viajar a Aranda de Duero.
En peor situación está el Arandina, que se ve obligado a prescindir de su portero Álex Hernández después de que sufriese una grave lesión en el último partido frente al Sporting B. Las primeras exploraciones que le han hecho apuntan al ligamento cruzado de la rodilla. Su baja da la oportunidad de entrar al canterano Diego González.
El Pontevedra se entrenará esta mañana en Pasarón antes de viajar a Aranda de Duero en busca de su cuarta victoria contra un rival directo por la permanencia.