Solo una permuta de terrenos frenará el crematorio de A Parda

Serxio Barral Álvarez
Serxio barral PONTEVEDRA / LA VOZ

PONTEVEDRA CIUDAD

La oposición escenificó la ausencia de Lores colocando para la foto un cartel con su nombre.
La oposición escenificó la ausencia de Lores colocando para la foto un cartel con su nombre. capotillo< / span>

El proyecto sigue adelante, aunque Funespaña «escucharía alternativas»

08 oct 2015 . Actualizado a las 05:00 h.

El subdirector general de Funespaña, José Vicente Aparicio, dejó claro ayer en Pontevedra que solo se frenará el proyecto de crematorio en A Parda si desde el Concello llega una oferta para permutar los terrenos. «El proyecto va más lento de lo deseable porque llevamos once años tramitándolo, pero sigue adelante -aseguró-. Ahora bien, si se nos presenta una alternativa la estudiaremos, pero de nosotros no va a partir la iniciativa».

Aparicio apuntó a una permuta de terrenos como posible freno del actual proyecto, pero las condiciones que pone la empresa -principalmente que la ubicación sea cercana a un cementerio- complican la hipotética operación. Esta, en cualquier caso, tendría que partir del Concello, y el gobierno local no parece estar por la labor.

De hecho, la del BNG fue la única ausencia en la reunión de ayer con la empresa, a la que asistieron concejales de PP, PSOE, Marea Pontevedra y Ciudadanos, además de representantes de la plataforma vecinal que se opone a la construcción del crematorio en A Parda por su cercanía a las viviendas.

El portavoz de Funespaña también descartó que la reciente apertura de un crematorio en A Reigosa (Ponte Caldelas) influya en sus planes. Por un lado, apuntó a que, según anunció el Gobierno la semana pasada, el año próximo se aprobará una nueva normativa «mucho más rigurosa» para este tipo de instalaciones, «que obligará a adaptar los 250 crematorios que funcionan actualmente en España».

Y, por otro lado, señaló que Funespaña pretende dar en Pontevedra «otro nivel de servicio» diferente del que se ofrece en A Reigosa: «Proyectamos un espacio en la proximidad del cementerio con salas de atención familiar, tanatorios, salas de ceremonia para que cada cual personalice el rito de la despedida como quiera... Y un crematorio, claro, que es un elemento más de lo que es un espacio al servicio del fallecimiento».

¿Es irrenunciable que ese complejo funerario incluya un crematorio? Para Aparicio, sí. «Ni nos planteamos hacer la cremación en un lugar distinto porque supondría una incomodidad para la familia en un momento en que emocionalmente está rota y con pocas ganas de moverse», señaló.

Así las cosas, las opciones para frenar el proyecto se reducen a una permuta y a que esta llegue «antes de que acabe la tramitación de los permisos». Actualmente la empresa está a la espera de la última autorización de la Xunta -«estamos tranquilos, pues cumplimos todos los requisitos»- y en cuanto llegue, la licencia municipal seguirá su curso.

En la reunión de ayer todos, salvo el portavoz del PSOE, Agustín Fernández, se mostraron dispuestos a trabajar por buscar esa alternativa. «Eu son escéptico», apuntó el socialista, que reiteró que el proyecto de Funespaña fue aprobado en el año 2009 por unanimidad en el pleno. «Xa é tarde para cambialo», concluyó.