Rafa Sáez vuelve a Pasarón como el artífice del milagro del Coruxo

Nieves D. Amil
nieves d. amil PONTEVEDRA / LA VOZ

PONTEVEDRA

Rafa Sáez jugó ocho años en el Pontevedra, además de entrenarlo durante tres temporadas.
Rafa Sáez jugó ocho años en el Pontevedra, además de entrenarlo durante tres temporadas. ramón leiro< / span>

El exgranate apela a la «humildad y ambición» para seguir siendo líder

01 oct 2015 . Actualizado a las 13:17 h.

Una mañana con Rafa Sáez deja buena cuenta de lo que el entrenador del Coruxo significa en Pontevedra. Le felicitan por el trabajo que está haciendo en el equipo vigués, pero no le desean suerte para el domingo, ahí querrán que gane el Pontevedra. El técnico de A Seca es un viejo conocido de la afición granate donde pasó tres etapas a lo largo de su vida, una como jugador y dos como técnico, entre 1998 y el 2000 y otra, en la temporada 2008-09, con peor fortuna. «En cuestión de resultados no fue muy fructífero, pero no me quedé con un mal sabor de boca», recuerda.

Un pedacito de su corazón pervive en el césped de Pasarón, pero hoy por hoy luce tan verde como el de su actual equipo, líder de Segunda B. «Ya he venido al estadio en más ocasiones, pero es un partido diferente, durante la semana palpas el ánimo en la calle, pero al final, cuando llega la hora de la verdad, el partido es de los jugadores», explica Rafa Sáez.

El hoy técnico del Coruxo es hijo de un ex jugador del Pontevedra y a pesar de que se formó durante diez años en el Arousa, reconoce que su sueño siempre fue vestir la camiseta granate. «Con 25 años cumplí mi ilusión y estuve aquí ocho temporadas», aclara Sáez. Entre sus mejores recuerdos deportivos guarda una imagen que los años no han borrado. «Tengo grabado el día que firmé el contrato con Batallán y Piñeiro, estábamos sentados en una mesa, no lo olvidaré», rememora Sáez. Ese año cogía el equipo en Segunda B, cuando la competición era más dura que ahora, al haber solo un grupo. Poco queda ya de su pasado granate, del que guarda un buen recuerdo. ¿Volver algún día? Nunca se sabe. «Nunca diría que no a nada, incluso me pondría las botas para jugar», bromea. Por ahora solo tiene buenas palabras para el Coruxo, que el domingo viene con el único objetivo de ganar para seguir encabezando la tabla. «El Pontevedra representa una de las masas sociales más importantes de Galicia y tiene una gran historia, el Coruxo es un club distinto, con una hoja de ruta que no tiene nada que ver, pero todo se acaba al empezar el partido», advierte Sáez, que apela constantemente a la «ambición con humildad» para vencer.

El del domingo tendrá que ser un partido con altas dosis de ambición por ambos lados. Unos quieren seguir arriba y los otros necesitan cambiar la racha. «El partido es muy atractivo de entrada, nosotros llegamos con una buena dinámica y con buen juego, el Pontevedra tiene necesidad de resultados», explica Rafa Sáez. Pese a la confianza que da el liderato, teme el potencial granate. Alaba la visión en el campo de Jandrín y Borjas, e incluso la de Carnero, que aunque no podrá jugar por sanción, cree que dará grandes tardes al Pontevedra. «Esto es sinónimo de que la faceta goleadora está, y puede llegar, lo que le ocurre ahora es circunstancial», explica.

Rafa Sáez creen que el escenario para el partido es «inmejorable», pero no se pone nostálgico cuando habla del Pontevedra. Desde que dejó el equipo de su ciudad es ya medio vigués. Entrenó seis temporadas al Celta B, y ya lleva tres años en el Coruxo. «Estoy muy arropado, muy cómodo, es un sentimiento muy familiar. Con humildad y sacrificio se pueden conseguir logros», aclara mientras se despide de la cafetería donde cada mañana recibe felicitaciones por su trabajo.