Ence se compromete al fin de los malos olores en el plazo de dos años

Marcos Gago Otero
marcos gago PONTEVEDRA / LA VOZ

PONTEVEDRA CIUDAD

El futuro de la fábrica de Ence está pendiente de una decisión del Estado sobre la prórroga de la concesión más allá del 2018.
El futuro de la fábrica de Ence está pendiente de una decisión del Estado sobre la prórroga de la concesión más allá del 2018. capotillo< / span>

La pastera ofrece el calor residual de la fábrica para uso de la Administración

17 sep 2015 . Actualizado a las 05:00 h.

Ence Pontevedra quiere acabar con la emisión de malos olores a la atmósfera en un plazo máximo de dos años. Este fue el compromiso que hizo público el director de la fábrica pontevedresa, Antonio Casal, en una comparecencia pública donde cifró en cuatro millones de euros la inversión necesaria. Los trabajos de adaptación de la factoría se acometerán en las paradas técnicas del 2016 y del 2017, según indicó. Casal es consciente de que el impacto oloroso de la fábrica es una de las causas del mayor número de quejas contra la pastera a lo largo de los años. También admitió que este problema no se ha solucionado con la rapidez que hubiese querido.

Las dificultades técnicas son importantes y el responsable de medio ambiente de la fábrica, Carlos Casas, aseguró que se han estado haciendo progresos hacia la minimización del impacto oloroso en los últimos años con inversiones también cuantiosas de hasta cuatro millones de euros. Casas explicó que estos malos olores surgen de la cocción de vegetales y la emisión de mercaptanos al aire, unas partículas que aunque sean muy pocas sí son muy perceptibles por los humanos.

La intención de la fábrica es reducir estas emisiones hasta lograr el objetivo cero. Según resaltó Casal, en el 2010 la media era de 4.200 minutos de malos olores al mes, cifra que se ha reducido a 29 minutos el pasado agosto.

Otro frente de trabajo es la reducción del impacto visual de los penachos de vapor de agua, que son mucho más visibles por razones puramente físicas en días de malas condiciones atmosféricas. El director de Ence Pontevedra admitió la imposibilidad de que estos penachos desaparezcan por completo, pero sí indicó que se lleva años trabajando para que su percepción visual sea cada vez menor. La eliminación de puntos de emisión y las estrategias de condensación del vapor permitieron modificar la visualización de los penachos hasta cotas muy inferiores a años no tan lejanos. La idea es que con una nueva inversión de otros cuatro millones, en dos años se pueda conseguir que incluso en los días de mal tiempo se reduzca la visualización del vapor de agua que sale de las chimeneas.

Por último, Antonio Casal hizo una oferta a las Administraciones públicas a aprovechar el sobrante calorífico de la producción de la factoría. Indicó que con el calor residual de Ence en Lourizán, por ejemplo, ya se están calentando las piscinas de la fundación Rías do Sur en Ponte Muíños. Esto le ha permitido a los gestores de la piscina un ahorro de 150.000 euros al año. Casal destacó que Ence está dispuesta a colaborar con otras Administraciones facilitándoles el uso de su calor residual a modo de sinergia.

8 millones ?

Inversión anunciada

Aportación de Ence para suprimir los malos olores y reducir la salida de vapor de agua

El BNG insiste en la reubicación y el PP le acusa de incitar a la Xunta a prevaricar

Nuevo cruce de espadas en el Parlamento de Galicia entre el PP y la oposición a raíz de una proposición no de ley del BNG sobre Ence. Como era de esperar, ambas partes representaron el guión previsto y la moción quedó rechazada por los votos del PP que tiene la mayoría absoluta en la Cámara del Hórreo. En resumen, el Bloque insistió en pedir la reubicación de la fábrica y en que la Xunta informe en contra de la prórroga de la concesión y los populares acusaron a los nacionalistas de querer incitar a la Administración autonómica a prevaricar, forzando un dictamen negativo sin tener en cuenta los datos técnicos.

La ponente de la moción del Bloque, Montse Prado, abrió el fuego remontándose a Franco y afirmando que Madrid lleva cinco décadas forzando el modelo forestal de Galicia y provocando perjuicios a la ría de Pontevedra por la pastera. Para Prado, la resolución de Costas amparando la vigencia de la concesión de la fábrica, dictamen que se conoció este verano, es una decisión «escandalosa» y le reprochó al PP su cambio de actitud sobre Ence, al pasar de ver como innegociable su marcha a apoyar ahora su permanencia. La líder del Bloque reclamó que la Xunta colabore en la reubicación de la fábrica y que se oponga a la prórroga de la concesión en Lourizán.

Esta posición fue respaldada por los diputados de la oposición: PSOE, AGE y el grupo mixto. En su intervención, el portavoz popular y edil de Pontevedra, Jacobo Moreira, acusó a Prado de haber pronunciado en la Cámara autonómica una «compilación de barbaridades». Insistió en que todos los implicados, grupos políticos incluidos, saben que la reubicación actual es inviable, que la única alternativa es la prórroga o el cierre. «O traslado é unha falacia». Aseguró que la postura negativa del Bloque sobre la prórroga, sin esperar a conocer los informes de los técnicos, es incitar a la Xunta a «prevaricar» y que eso no podía ser.

También le reprochó que Pontevedra, gobernada por el BNG, es la ciudad gallega con más paro y que, por lo tanto, el cierre de la factoría solo haría que ese desempleo fuera mucho mayor. Asimismo, ironizó con la oposición del gobierno de Pontevedra con la fábrica, mientras que, en su opinión, el Concello «dalle un trato fiscal bastante favorable ao cobrarlle o 50 % do IAE». Moreira remató con que lo que sí se le puede exigir a Ence es que aplique las máximas medidas ambientales.