Las inmobiliarias aprecian un parón en el alquiler de pisos de estudiantes

l. garrido PONTEVEDRA / LA VOZ

PONTEVEDRA CIUDAD

La demanda suele empezar ya en mayo o junio, pero este año se nota menos

28 ago 2015 . Actualizado a las 05:00 h.

Luz, agua, calefacción, Internet... Son algunos de los gastos que se asumen mensualmente en una vivienda. Sin embargo los bolsillos de los estudiantes no pueden hacer frente a todos estos desembolsos, por ello se presenta la alternativa más económica: compartir piso. De esta forma se dibuja el perfil de los arrendatarios más comunes, chicos y chicas jóvenes que estudian lejos de casa.

Lo más corriente en estos casos suele ser compartir una vivienda entre tres y cinco estudiantes. Lo que no solo significa reducir considerablemente las cuotas de las facturas, sino que: «Cuantos más dormitorios más les compensa», comentan desde la inmobiliaria pontevedresa Inmoponte. Muchos de ellos comienzan su búsqueda al terminar el curso, en mayo o junio, pero también están los más rezagados que lo dejan para el mes de agosto. Aunque desde Selecta Inmobiliaria advierten que «este año no tuvimos mucha demanda, para nosotros es raro», y creen que puede ser debido a que «muchos se quedaron en los mismos pisos que alquilaron el año pasado».

Otra de las características que más reclaman, según Selecta Inmobiliaria, es que las habitaciones sean semejantes en cuanto al tamaño: «Es importante, porque normalmente lo echan a sorteo y así son todas similares», evitando de este modo las típicas rencillas antes de comenzar la convivencia. Y es que no son pocos los estudiantes que alguna vez han sufrido las consecuencias de una mala elección en cuanto a compañeros de piso. Sara Gómez, una lucense estudiante de Bellas Artes en la facultad pontevedresa, cuenta que tuvo mala suerte el primer año, pero se cambió de piso y actualmente mantiene una buena relación con sus compañeras. Entre otras razones, Sara tomó su decisión por la amplitud del piso y por la zona en la que se encuentra ubicado. Para la inmobiliaria Inmoponte las zonas predilectas por la mayoría de estudiantes son: «La zona de Cruz Roja y Santa Clara. Quieren vivir cerca de la facultad y a su vez en el centro, esas zonas son las más demandadas».

En cuanto a la permanencia de los contratos para este tipo de inquilinos, se suele fijar entre los 9 o 10 meses, la duración del curso escolar. El número aproximado de pisos que suelen enseñar diariamente para Inmoponte está en «una media de cuatro pisos diarios», mientras que desde Selecta Inmobiliaria afirman que «sobre tres pisos al día».

Respecto a restricciones en cuanto a tener mascota o admitir inquilinos fumadores, desde Inmoponte aclaran: «No solemos tener ese tipo de prohibiciones, porque tampoco los pisos que se alquilan son de lujo, suelen ser pisos más antiguos y no hay tanto problema a la hora de los cuidados», y añaden: «Lo único el tema de ruídos, eso si que se avisa bastante para que no haya problemas», pues a los pisos de estudiantes ya les precede la fama.

El proceso de buscar piso fue más difícil de lo habitual para Luz Conde, estudiante de Comunicación Audiovisual en la facultad de Pontevedra, que comenzará a vivir en la ciudad a partir de septiembre. Ya que con ella viene incluida Nora, su perra de raza labrador de cuatro años. Luz se encontró de todo: «Muchos directamente no aceptaban animales, otro me pidió un mes más de fianza», por si la mascota causaba algún daño en el inmueble, y concluye: «En general los propietarios prefieren inquilinos sin mascotas, principalmente por miedo a que los animales terminen dañando el piso, que muerdan muebles o rasquen las puertas».

Pese a estos inconvenientes, la oferta de viviendas en alquiler parece dar abasto año tras año para todos los jóvenes estudiantes que deciden compartir piso en la ciudad atraídos por la oferta formativa del campus.