El equipo arranca la liga con una ficha sénior por cubrir tras la reciente salida de Muñiz
21 ago 2015 . Actualizado a las 13:23 h.El Pontevedra de la temporada que arranca mañana está diseñado para romper metas. La primera es mantener la permanencia, a partir de ahí se abre un capítulo para soñar, pero el equipo quiere que nada quede en el terreno onírico, los pies en la tierra son su mejor arma para cumplir los objetivos a base de esfuerzo. Con solo cinco incorporaciones y la base del año pasado, la plantilla pretende aniquilar las limitaciones que pueda tener por la falta de más refuerzos. La intensidad y el trabajo individual que ha inculcado Luisito a cada uno de ellos se une a la motivación que supone salir del pozo de Tercera, como llaman los jugadores a la categoría que dejan atrás. Un tridente de obligaciones -esfuerzo, intensidad y motivación- que están obligados a cumplir para tener minutos a partir de mañana. El técnico granate ha recalcado durante toda la pretemporada que él no hace caso de los nombres, ni de los fichajes, su única guía para diseñar el once inicial pasa por el esfuerzo de sus jugadores. «El que no trabaje, ya sus propios compañeros lo rechazan», dijo en más de una ocasión.
La plantilla está cerrada, pero la marcha de Álvaro Muñiz deja la puerta abierta a que pueda llegar un nuevo jugador con ficha sénior. Luisito asegura que el equipo quedaría cerrado con dos nuevas incorporaciones, pero la situación económica del club dificulta esta posibilidad. Así que los 22 que a día de hoy tienen ficha saldrán a morder. Los rivales temen la agresividad e intensidad en punta del nuevo Pontevedra. Segunda B tiene un grupo destacado que lucha por los primeros puestos, en los que se encuentra el Compostela, Racing de Ferrol, Racing de Santander y Logroñés, y un grupo en el que entran el resto de equipos. Y como dice el tópico del fútbol, los partidos hay que jugarlos. No son los que más se han reforzado ni los que tienen más experiencia en Segunda B, pero Luisito sí que sabe que serán los primeros en trabajo. Han reforzado la banda izquierda con Verdú y la llegada de Borjas convierte la punta en una lucha de estrellas, en la que queda por ver cómo se organizará el equipo en la zona alta. Para completar el equipo, Luisito sube de los juveniles a Abraham y Ramón, falta por saber qué ocurrirá con Miguel Loureiro, que cuenta con el sí del técnico, pero espera conocer la respuesta del equipo directivo.