«Es la oportunidad laboral que todos nos merecíamos»

Cristina Barral Diéguez
cristina barral PONTEVEDRA / LA VOZ

PONTEVEDRA CIUDAD

Seis de los trabajadores, ayer, en la avenida de Santa María con la concejala Carme Fouces.
Seis de los trabajadores, ayer, en la avenida de Santa María con la concejala Carme Fouces. rebeca tizón< / span>

Perceptores de Risga contratados por el Concello relatan cómo es su trabajo en la brigada municipal de jardines

25 jul 2015 . Actualizado a las 05:00 h.

Las jardineras de la avenida de Santa María, O Campillo o las zonas verdes de San Roque son algunos de los espacios en los que han intervenido siete trabajadores perceptores de Risga (Renta de inserción social de Galicia) contratados por el Concello gracias a un programa que financia la Xunta. Estas siete personas han sido asignadas hace dos meses a la brigada municipal de jardines. Y les quedan otros cinco. Otras diez en la misma situación social desempeñan su labor en las brigadas de obras y cementerios.

La de jardines es cosa de mujeres. Las féminas son mayoría, seis a uno, aunque el único hombre afirma que esa circunstancia no supone ningún problema. Ángel Gómez comparte tareas con Susana López, Aurora Félix, María Jesús Correa, Wendolina Soto, Carmen Iglesias y Amalia Jiménez -esta última no estuvo ayer-. La cita con la concejala de Benestar Social, Carme Fouces (BNG), y la prensa suscita las primeras risas entre los protagonistas. «Esto se avisa, para ir a la peluquería», bromea una.

Para ellos este contrato, además de una oportunidad laboral en tiempos difíciles -y más en su situación-, es un alivio. No tienen problema en relatar su experiencia. Ángel Gómez, de 63 años, llevaba siete años sin empleo. Había trabajado como conductor de ambulancias y antes como vendedor ambulante. «Nací en el campo y me defiendo con los jardines. Es fácil. Llevamos dos meses y estamos aprendiendo mucho, la verdad», comenta. El jefe de la brigada asiente.

Sus compañeras están de acuerdo. Las labores que realizan consisten básicamente en cortar la hierba, plantar flores, podar y desbrozar zonas verdes de la ciudad. La estabilidad que para ellos supone haber logrardo un contrato de siete meses les permite afrontar el día a día con esperanza. «Es la oportunidad que todos nos merecíamos», sentencia Carmen Iglesias.

Contentos con el sueldo

Susana López, de 32 años, también estaba sin empleo. Hace tanto que casi ni se acuerda. «Estoy genial, muy bien y a gusto con el trabajo. Es cierto que la jardinería es fácil, pero tiene sus cositas», apunta. De los dos meses que lleva con este contrato señala como anécdota que «a la gente le gusta mucho ver a mujeres trabajando». ¿Y eso por qué? «Creo que somos más curiosas», responde a la pregunta. «Sí, somos mucho más curiosas», corean varias de sus compañeras de faena. Tampoco ocultan que están más que contentos con el sueldo que perciben. «Está muy bien, un uno y tres ceros», admite Susana. Trabajan el 75 % de la jornada laboral, generalmente de lunes a jueves en sesiones de ocho horas, y un viernes sí, y dos no.

La concejala de Benestar Social, que compartió impresiones con estos seis trabajadores, aludió a que la Xunta impulsó este programa por la presión que se ejerció desde el Concello de Pontevedra, entre otros, al denunciar «retrasos inxustificables» de ocho y nueve meses en la percepción de la Risga. Recordó que el tema llegó al Parlamento de Galicia. «Aplaudimos o programa, o mesmo que antes denunciamos a situación insostible», subrayó.

Carme Fouces destacó que estos contratos de siete meses son muy importantes, ya que «a maioría deles teñen cargas familiares e é xente bastante nova». «Entendemos que esta é a mellor política de inclusión, perfís adaptados a uns determinados traballos e uns ingresos gañados dignamente», indicó. Sobre la brigada de jardines comentó que está integrada mayoritariamente por mujeres «disciplinadas e responsables» y un hombre, «e nós estamos contentos con eles».