Fouces solicita autorización a la Xunta para mantener convenios con la Fanpa

c. b. PONTEVEDRA / LA VOZ

PONTEVEDRA CIUDAD

La intención del Concello es seguir colaborando económicamente con las asociaciones, pese a que es una competencia que no le corresponde

30 jun 2015 . Actualizado a las 05:00 h.

La concejala de Educación de Pontevedra, Carme Fouces (BNG), explicó ayer que el Concello ha solicitado autorización a la Xunta para mantener los convenios con la Federación Provincial de ANPA de Centros Públicos (Fanpa), y las ayudas a las ANPA. La nueva responsable aprovechó su primera comparecencia para dejar claro que la intención municipal es seguir manteniendo esas ayudas, que suman 286.000 euros y exceden las competencias de conservación y mantenimiento de instalaciones educativas de infantil y primaria. «Extraoficialmente dixéronnos que non vai haber problema, pero quen ten que dar autorización é a Secretaría Xeral de Administración Local», apuntó la edila. El Concello remitió el pasado viernes toda la documentación a la Administración autonómica, que tiene tres meses para contestar a esa petición expresa de autorización. «Imos estar enriba e esperemos que contesten o antes posible», comentó.

El convenio de mayor cuantía firmado con la Fanpa (206.000 euros) incluye la gestión de los comedores escolares, el plan Madruga, el programa para combatir el TDAH (trastorno de déficit de atención e hiperactividad), actividades en familia y el personal de la Fanpa. El otro convenio, de 55.000 euros, es para financiar las ludotecas de verano y Navidad. La otra aportación municipal son unas bases para el reparto de 25.000 euros en ayudas a las ANPA para financiar actividades extraescolares.

«Os dous convenios coa Fanpa xa están en marcha e o novo sería para o vindeiro 2016 -comentó Fouces-. O dos 25.000 euros das ANPA haberá que sacalo en setembro». La responsable de Educación confía en que la Xunta conceda la autorización y habilite una fórmula para no tener que reiterarla cada año. «Agora estamos nun impás, en terra de ninguén e isto supón dificultades para xestionar o traballo», dijo.