El destacamento pontevedrés prestará especial atención a los tramos más peligrosos de la red viaria, así como a las carreteras secundarias
28 jun 2015 . Actualizado a las 05:00 h.«Hola. Buenos días. ¿Me permite el carné de conducir un segundo?». Cada día de este verano, decenas de conductores que transiten por la red viaria de Pontevedra serán recibidos con estas palabras por los agentes del destacamento de Tráfico de la Guardia Civil de la ciudad del Lérez que participen en los innumerables controles preventivos que se llevarán a cabo estos meses.
«La principal prioridad operativa es mejorar los resultados en términos de disminución de la siniestralidad grave y de la mortalidad», subrayaron desde el destacamento. Para lograr este objetivo, se han previsto dos estrategias. Por un lado, habilitar controles masivos y de larga duración en tramos considerados peligrosos -aquellos que han registrado dos accidentes graves en los dos últimos años-, en los que se busca que los conductores estén preavisados y, por tanto, en alerta cuando transiten por ellos.
Se trata de operativos masivos, en los que, incluso, participan aquellos especialistas del subsector pontevedrés en transportes. Ya no solo se trata de controlar si el conductor está bajo los efectos del alcohol o las drogas, sino que se llevan a cabo completas inspecciones en las que no resulta raro que se comprueben documentos, el estado del vehículo -principalmente, las ruedas- o si ha pasado la ITV.
Además, suele contarse con un vehículo radar estacionado en estático en permanente contacto con los guardias que participan en el dispositivo. «Estamos interviniendo en dichos puntos combinando medidas de alta visibilidad que aumentan en el conductor la percepción subjetiva del riesgo de detención, con medidas de vigilancia discreta que crean un efecto de onda expansiva», explicó Juan José López Castro, teniente del destacamento de Tráfico de Pontevedra.
Uno de estos controles se habilitó por espacio de cerca de dos horas en el ramal de salida al polígono de Nantes (Sanxenxo) en la autovía de O Salnés. Desde poco antes de las ocho de la mañana, los agentes fueron dando el alto aleatoriamente a una serie de vehículo, la mayoría de los cuales no fue objeto de denuncia alguna. No ocurrió lo mismo con otros conductores, ya que la intervención se saldó con veintitrés infracciones por exceso de velocidad, dos positivos por consumo de drogas, media docena de multas vinculadas a la normativa de transportes y otras diecisiete relacionadas con el Reglamento General de Circulación.
Colateralmente, este tipo de controles también incide en tratar de reducir los accidentes in itinere -los que se producen cuando uno se dirige o marcha del trabajo-, así como aquellos que tienen lugar en desplazamientos cortos en los que los ocupantes del turismo se pueden confiar.
Paralelamente, la estrategia de Tráfico también contempla otro tipo de operativos más pequeños, los que habitualmente se conocen como controles preventivos de alcoholemia. A diferencia de los anteriores, estos se caracterizan por su escasa duración en un punto concreto. Es algo que viene obligado, en gran medida, por los chats de WhatsApp y de Twitter donde los usuarios dan cuenta de su ubicación en el momento que los detectan. Para hacer frente a este situación, se ha optado por su continua movilidad dentro de la red viaria para, de este modo, poner coto a la posible sensación de impunidad que pueden sentir los conductores al ser informados de su ubicación.
Motoristas y tractores
Simultáneamente, Tráfico mantendrá en Pontevedra una especial supervisión sobre motos y tractores. En el caso de los moteros, se pone el énfasis en que se trata de colectivos «vulnerables» que, frente al resto de automóviles, se caracterizan por su mayor agilidad, pero también fragilidad, por lo que el teniente López Castro precisa que «es necesario que la velocidad de estos vehículos sea la adecuada en cada momento».
En cuanto a los tractoristas, preocupa el importante número de accidentes que están registrando, algunos de ellos con el resultado de fallecimiento.
seguridad vial
Toda la capacidad de maniobra del Subsector se destinará a los grandes eventos
Verano suele ser sinónimo de fiesta en muchos municipios de la comarca de Pontevedra. Es algo de lo que son conscientes en el seno de Tráfico y para lo que ya se están preparando. De hecho, López Castro subrayó que «estamos planificando actualmente dispositivos operativos masivos en los cuales se volcará toda la capacidad de maniobra del personal del Subsector del que dispongamos para controlar los grandes eventos del verano, además de las fechas señaladas para las operaciones de salida y retorno».
En cualquier caso, y tratándose de la accidentalidad, tiene claro que la sota, caballo y rey de las causas de los siniestros al volante son: la velocidad, el consumo de alcohol o drogas, los elementos de seguridad y los despistes. A este respecto, una preocupación es la incidencia del consumo de alcohol, ya que «cuatro de cada diez conductores fallecidos el año pasado en accidente de tráfico presentaron resultados positivos en sangre a drogas y/o alcohol y/o psicofármacos».
En el ámbito de Pontevedra, los agentes del destacamento de la Guardia Civil han venido observando como, mes tras mes, una media de cuatro conductores que se han visto envuelto en un siniestro circulatorio que les obligó a intervenir daban positivo por consumo de bebidas.
¿Y los estupefacientes? La principal diferencia con el alcohol es que no existen tablas o niveles. En este sentido, desde Tráfico sostienen que si hay un positivo claramente se han ingerido estupefacientes: «El resultado positivo de drogas en saliva significa siempre que existe cantidad suficiente como para determinar que ha habido consumo», sostiene el responsable del destacamento pontevedrés.
Es una problemática creciente como pone de manifiesto el hecho de que, en lo que va de año, el subsector haya cursado ya 776 denuncias al respecto. Y en el 2014 se realizaron más de treinta mil tests en la red viaria de la comarca, de los que un 35 % pusieron de manifiesto que el conductor estaba bajo los efectos de una o mas sustancias ilegales.
¿Cómo combatir esta realidad? López Castro lo tiene claro: la concienciación y la información. En todo caso, apunta que «se ha constado que el aumento de los controles preventivos es uno de los factores que está favoreciendo un cambio de comportamientos de los ciudadanos». Así, los positivos por alcoholemia han descendido de un 5 % en el 2001 a un 1,7 % en el 2013.