Cid: «Estoy satisfecho de no haber encajado»

Roi Palmás
r. palmás PONTEVEDRA / LA VOZ

PONTEVEDRA CIUDAD

25 may 2015 . Actualizado a las 00:49 h.

La cara de la moneda le ha caído a Miguel Cid, el entrenador de origen ourensano del Club Deportivo Mensajero, que derrotó en la mañana de ayer al Pontevedra y que confía en que ese gol anotado por el exjugador del Coruxo, Yeray, pueda ser la clave para el ascenso. Tras el encuentro no dudó en reconocer que «estoy satisfecho de no haber encajado tantos», ya que ese era su principal objetivo y el mayor miedo de los pontevedreses, que a la postre se transformaría en pesadilla.

Tal ha sido la importancia, que, una vez alcanzada la meta, resaltó que «lo habíamos trabajado mucho, porque es algo fundamental para nosotros», y que, de paso, sigue engrosando un envidiable currículo en casa durante toda la temporada, donde tan solo un rival ha logrado llevarse la victoria del Nuevo Silvestre Carrillo.

A juicio del técnico del conjunto canario, el disputado en la jornada de ayer «ha sido un partido bastante trabado, con pocas ocasiones de gol y en el que el viento, que es el factor que más influye en el juego, nos ha afectado a los dos equipos por igual».

Cid reconoció también que «el Pontevedra es un equipo muy bien plantado en el campo, que aprieta mucho, que sabe salir con el balón controlado desde atrás y que es contundente». El técnico no escatima en elogios a la hora de definir al rival contra el que tendrá que verse de nuevo las caras en siete días y reconoce que «tiene muchísima calidad en sus futbolistas».

Sin embargo, reconoce que la alineación presentada por su homólogo en el banquillo granate, le sorprendió. Echó de menos la presencia de Lobato en el lateral izquierdo del once -que se cayó hasta de la convocatoria- y comprobó que los informes con los que contaba eran ciertos en algunos de los hombres más destacados del conjunto pontevedrés.

Pronóstico para la vuelta

Entiende Miguel Cid que los últimos 90 minutos de la eliminatoria, los que restan por disputarse en el fortín granate, «serán muy disputados», ya que a su juicio, «somos dos equipos muy parejos».

Vaticina además el entrenador del rival canario que el próximo -y para uno de ellos el último de la campaña- será «un encuentro con pocos goles, igual que el visto aquí» y que además «se decidirá por pequeños detalles». La igualdad es máxima y quién mejor gestione la ansiedad, el cansancio, la presión y las ocasiones, tanto en ataque como en defensa, ascenderá a Segunda B.