Hacia el pentapartito y la quinta de Lores

PONTEVEDRA CIUDAD

Luís Rei y María Rey serían las novedades de una nueva corporación municipal en la que BNG, Partido Popular y PSOE seguirán siendo fuerzas mayoritarias

17 may 2015 . Actualizado a las 05:00 h.

Sobrepasado el meridiano de la campaña electoral, la encuesta diaria elaborada por Sondaxe para La Voz de Galicia confirma hasta la saciedad que en la ciudad de Pontevedra los días transcurridos no han surtido efectos sustanciales en el previsible resultado del 24M.

Aunque reitero que aún no está vendido todo el pescado dado el porcentaje de indecisos -como escribí hace una semana-, la tendencia principal no se altera: Lores va camino de encadenar un quinto mandato. Ya sea con mayoría absoluta o como lista más votada. El auténtico icono del BNG -ni Vence ni gaitas- va en pos de conseguir una victoria histórica y recoger nuevamente el bastón de mando sin ni siquiera tener que pactar un gobierno de coalición que probablemente no necesitaría si se confirman los números del tracking de Sondaxe.

Desde la anterior entrega, el barómetro registra alteraciones leves, aunque significativas. La principal viene a ser que la posible irrupción de Marea Pontevedra en la próxima corporación conllevaría dejar al Bloque a las puertas de la mayoría absoluta.

Si reparan en el gráfico del tracking de Sondaxe, cuando Marea apunta a la obtención de un acta, el BNG se quedaría en 12 posibles. Dicho de otro modo: si Luis Rei sale concejal, Lores se quedaría con mayoría simple.

Pero resulta llamativo el estancamiento de Marea cuando meses antes se vaticinaba que entraría en el próximo consistorio como un tsunami. Sin embargo, no parece que la aparición de esta fuerza política emergente, pese a ser una franquicia de Podemos con el apoyo de Esquerda Unida, A Nova y otros colectivos, vaya a restar mucho ni al Bloque. Probablemente le rasque más al PSOE.

Salvo que dentro de una semana el comportamiento de la ciudadanía nos sorprenda, el próximo consistorio será, probablemente, pentapartito. A los tres presentes en esta recién conclusa legislatura (BNG, PP y PSOE) se sumarían los dos Rey. Ciudadanos y Marea podrían equiparar su representación del mismo modo que el primer apellido de sus respectivos cabezas de lista.

Marea o Ciudadanos

Tengo para mí que es más probable que esté Marea a que entre Ciudadanos, que a lo mejor se está beneficiando, ficticiamente, de una sobrevaloración sociológica. En el caso de los seguidores de Albert Rivera, su aparición quedaría en meramente testimonial. Lejos de una pretendida capacidad de influir como la que por ejemplo adquirieron en Andalucía o aguardan en otras comunidades y ayuntamientos a partir del 24M. El previsible estreno de Ciudadanos en el Ayuntamiento será a costa de votos de PP y PSOE que apuntan a ser los principales perdedores.

Los socialistas, porque se arriesgan a un desplome de votos y representación como nunca antes en elecciones municipales en Pontevedra. Va a ser un palo para Tino Fernández, quien pretende un mensaje renovado pero tiene sobre sí la losa de los desgastes. El general del PSOE. Y el local. Tino va a pagar platos rotos de Rubalcaba y otros; pero también de años de ser gobierno de coalición sin el reconocimiento ciudadano que merecerían. El BNG y particularmente Lores, han hecho saturnismo con los socialistas en estos 16 años. Se han servido de ellos pero al mismo tiempo les han puesto a los pies de los caballos.

Los votos de Louro y demás, como antes los de Tere Casal y los suyos, fueron imprescindibles para sacar la reforma urbana. Sin embargo, pareciera que solo fuese del Bloque la paternidad del modelo de cidade, lo que constituye una enorme inexactitud.

En el caso del Partido Popular, el tracking repite insistentemente una cifra: 9 concejales. Lo que se alejaría mucho de las aspiraciones de Jacobo Moreira de situarse en disposición aritmética de ser alternativa de gobierno.

Pese al empeño y los riesgos que ha tomado el alcaldable del PP con sus propuestas, la respuesta electoral no parece estar en consonancia. Sobre todo en lo relativo a Ence, pese a que la mitad de los pontevedreses en edad de votar, están de acuerdo con la permanencia de la pastera en Lourizán, como reflejábamos también a través del barómetro de Sondaxe.

Moreira también va a pagar platos rotos. Sobre todo los de Madrid. La presencia del presidente del Gobierno en el mitin central del viernes en el Principal no creo que haya sido una ayuda, sino más bien una piedra atada a los tobillos del candidato Moreira. Mariano Rajoy no es profeta en Pontevedra ni el mejor aliado para derrotar a Lores.

Últimos cinco días de campaña

De hecho viene a ser el trabajo demoscópico que publica este rotativo el principal aliciente diario de una campaña electoral que destila penuria creativa.

Parecía que el cómic de Lorix era un ligero destello innovador en medio del páramo de ideas; siete días después ni siquiera el tebeo de los nacionalistas se salva de la mediocridad reinante.

Después de una lectura detenida, el cómic, muy bien hecho técnicamente por su autor al recrear la idea original de Uderzo y Gosciny, resulta argumentalmente un tostón. Está plagado de concesiones a quien lo paga y cae en el paroxismo de la ortodoxia más UPG al meter en un mismo saco Ence, touradas, PP, corrupción, PSOE y otros lugares comunes de ese discurso ideológico.

Al mismo tiempo, se observa una apropiación indebida -por exclusivista- del éxito del llamado modelo de ciudad.

La larga digestión de la aldea gala

Por cierto: al BNG local le ha costado 12 años digerir la analogía con la aldea gala de la que ahora presumen. En 2004, con mucho menos sentido del humor del que hoy en día pretende tener, el gabinete de Lores no se tomó nada bien una comparación que lanzó el entonces presidente de la SD Teucro, durante una rueda de prensa en la fábrica de Ence. A propósito del apoyo económico recibido por este club (y también por el Pontevedra CF) por parte de la empresa pastera frente al grifo cerrado del Concello, Evaristo Estévez que era el máximo rector del club de balonmano lamentó la política de patrocinios del Concello que con Demetrio Gómez en la cartera de Deportes, prefería subvencionar «concursos de chave» que a los clubes más icónicos de la ciudad. Por eso el presidente teucrista de entonces les espetó que actuaban como «unos tercos galos, encerrados en su aldea, incapaces de tener miras más altas». Y aquella comparación, ¡por Belenos y por Tutatis! que no le hizo puñetera gracia a Lores, Demetrio y compañía?