Un bloque joven, humilde, sacrificado y con ambición que se merece volver a jugar en la élite
05 may 2015 . Actualizado a las 05:10 h.Lograr el hito de firmar una temporada prácticamente inmaculada, comandar la tabla desde el pitido inicial hasta que se baja el telón y volver por la puerta grande a la mejor liga posible, solo está al alcance de un grupo que respira al unísono, que trabaja desde la humildad y que nunca baja la guardia.
Eso es lo que ha hecho el equipo pontevedrés durante todo este curso. Guiados por la experiencia y el teucrismo de Quique Domínguez, los jugadores comprendieron muy pronto que la única manera de hacer frente al resto de bloques favoritos al ascenso era correr más que los demás y multiplicarse sobre la pista. Solo así habría alguna posibilidad de brindarle a la afición un viejo sueño y de devolver a este club al sitio que se merece.
El Teucro vuelve a ser uno de los elegidos que tiene un hueco en la élite nacional de este deporte. Codearse con los grandes nombres, los clubes históricos y las canchas emblemáticas, es un privilegio reservado solo a 16 entidades. El sabor que paladean las estrellas cada fin de semana regresará el próximo curso a orillas del Lérez. El Teucro se ha ganado un espacio propio en lo más alto, en la élite de esta disciplina, para seguir engrosando un libro de historia azul, que ya de por sí permite sacar pecho.
El éxito del trabajo bien hecho
El mantra más veces repetido en el seno del vestuario -y hacia el exterior- ha sido, durante toda la campaña, el de invocar a la prudencia y la humildad. Esas han sido las banderas que han portado jugadores, técnicos y directivos y que ahora hondea en lo más alto de la clasificación.
El Teucro ejemplifica a la perfección que no es necesario tirar la casa por la ventana a la hora de fichar y de diseñar una plantilla. No siempre tener disponible una chequera con muchos ceros es sinónimo de éxito deportivo. Quique Domínguez y su entorno han moldeado un bloque, poco a poco, al calor de la entrega, de la superación individual y colectiva, de la recuperación y la dosificación frente a las lesiones, para convertir un vestuario joven con algunos pesos pesados en veteranía, en un equipo campeón, capaz de doblegar a los rivales que se le han ido poniendo por delante y volver a la Asobal siendo un protagonista muy a tener en cuenta. El Teucro ha vuelto para quedarse entre las estrellas.
RICARDO AMÉRIGO - Portero
Ha sido una de las grandes referencias de la campaña. Ha firmado actuaciones propias de las grandes figuras y ha dado puntos y victorias claves.
IAGO GÓMEZ - Portero
Le ha tocado vivir a la sombra de dos grandes cancerberos. Ser tercer portero en el equipo campeón no es sencillo, pero le ha valido como máster.
HÉCTOR GIL - Portero
El gran relevo en la meta azul. Su entrega y seguridad han sido un refugio y un baluarte para sus compañeros. Ha tenido tardes de ensueño.
MARCOS DORADO - Pivote
Ha sufrido lesiones a lo largo del curso que muchas veces le han privado de la continuidad deseada. Su talla ha sido muy importante en defensa.
GONZALO CARRÓ - Pivote
También ha pasado por el purgatorio de las lesiones. El trabajo incansable le ha dado protagonismo y acaba la liga en un momento dulce.
DAVID CHAPELA - Central
El gran capitán. Ha tenido momentos brillantes a lo largo de la campaña. Definición ante la meta rival y un baluarte en el equipo de Quique Domínguez.
BORJA FERNÁNDEZ - Central
Uno de los iconos de la cantera. El joven jugador ha dado el salto definitivo. Criado como azul, llega a la Asobal curtido en mil batallas de altura.
DANI HERNÁNDEZ - Lateral Derecho
Su veteranía ha marcado diferencias. Los rivales le han tenido en consideración y el técnico se lo trajo del brazo del Octavio. Una pieza clave.
CARLOS POMBO - Lateral Derecho
Ha pasado en el dique seco un trecho importante del curso. Reaparecía en las dinámicas de grupo a finales de febrero. Ahora, es uno más del equipo.
VÍCTOR RODRÍGUEZ - Lateral Izquierdo
El brazo más potente del bloque. Posee un disparo que ha abierto varios encuentros complicados. Dones: Veteranía, seriedad y efectividad.
PICHEL - Lateral Izquierdo
Sobriedad y efectividad avalan a este campeón de Europa júnior. Cada vez con más protagonismo en el equipo. Un jugador hecho para competir.
EDU MOLEDO - Extremo Izquierdo
La punta de lanza ideal. Uno de los máximos artilleros del vestuario. El extremo más incisivo. Amante del juego espectacular y del gol.
ADRIÁN PUMAR - Extremo Izquierdo
Ha exhibido pundonor, entrega y carácter. Llegó con el curso empezado y ha dejado su sello patente en cada encuentro en el que ha tomado parte.
CÉSAR ARMÁN - Extremo Izquierdo
Es el máximo artillero azul y el gran especialista en los lanzamientos de penalti. Es el jugador que todo entrenador quisiera tener en su equipo.
CARLOS GARCÍA - Extremo Izquierdo
El hombre que ha visto los toros desde la barrera por lesión. Se merecía haber disputado más encuentros. El balonmano le debe una.
IVÁN FERNÁNDEZ - Extremo Izquierdo
Un joven valor de la cantera que se ha doctorado. Ya sabe lo que es festejar triunfos vitales, marcar goles en Honor B y tiene hambre de más.
QUIQUE DOMÍNGUEZ - Entrenador
Sin duda el artífice del milagro. Suyo es el mérito de convertir un equipo en un club ganador, que ha roto todos los registros y que vuelve a estar en la élite.
TOÑO PUGA - Preparador físico
El gran recuperador. El dosificador de esfuerzos, el psicólogo, el hombre tranquilo que ve los encuentros en solitario. Un seguro para que los jugadores hayan exhibido el nivel al que lo han hecho.
LUIS MONTES - Segundo entrenador
El trabajo en la sombra que muchas veces no destaca pero que se presenta como imprescindible para que todo fluya y se recojan éxitos.
JAVIER DOMÍNGUEZ - Delegado
El consevador de la esencia de este bloque. Incansable trabajador. El que siempre se anticipa a la resolución de los problemas para que las estrellas brillen. Gran parte del éxito le pertenece a él también.