Condenado por agredir a dos chicas en el primer día de peñas del 2013

Alfredo López Penide
L. penide PONTEVEDRA LA VOZ

PONTEVEDRA CIUDAD

El agresor provocó una contusión en la nariz a una de las jóivenes y una contractura y lesiones en un dedo a la otra

28 abr 2015 . Actualizado a las 05:00 h.

No es extraño que muchos asiduos del casco histórico de Pontevedra terminen empapados de agua, en el mejor de los casos, durante los días de peñas. Se trata de una tradición con la que no todos comulgan como los tres jóvenes, dos de ellos chicas, que, en la primera jornada de peñas del 2013, fueron agredidas por un cuarto individuo que respondió violentamente cuando intentaron impedirle que vaciase el contenido de una botella sobre un amigo.

Pasaban unos minutos de la una de la madrugada del 4 de agosto cuando el ahora condenado «mojó accidentalmente a unas personas» en el entorno de la plaza del Teucro. Estas le recriminaron su comportamiento y el pontevedrés, «lejos de desistir del mismo, se dirigió nuevamente al grupo con una botella».

Fue entonces cuando le intentaron arrebatar la botella y el acusado respondió violentamente. A una de las dos víctimas le golpeó con la mano en la nariz provocándole una contusión de la que tardó en sanar siete días, así como empujó a una pareja que terminó por los suelos, sufriendo la chica una contractura a la altura del trapecio y una contusión en el segundo dedo de la mano derecha.

Por tales hechos, el pontevedrés fue condenado a pagar sendas multas de 180 euros como autor de dos faltas de lesiones, así como se le impuso una tercera sanción económica de sesenta euros por una falta de maltrato de obra.

Indemnización al Sergas

Asimismo, se estableció que debe indemnizar al Sergas con algo más de 255 euros, cantidad que se corresponde con los gastos sanitarios derivados de la asistencia dada a la primera de las chicas.

En su sentencia, los magistrados de la Audiencia reseñan que los testimonios de los perjudicados estuvieron avalados por los partes de asistencia médica inicial, así como por los forenses de Sanidad. De tales documentos se extrae que el diagnóstico de sus lesiones es compatible con la manera en que estos jóvenes relataron que se produjeron.

En cuanto a la proporcionalidad o no de las sanciones, se considera que son adecuadas a la capacidad económica del condenado, que «le ha permitido costearse un abogado de libre designación para un procedimiento en el que no ere preceptiva su intervención».