De compras, a estudiar o a la playa en AVE

manu otero PONTEVEDRA / LA VOZ

PONTEVEDRA CIUDAD

Pontevedra, más cerca de Santiago, A Coruña, Vigo y Vilagarcía gracias a la alta velocidad

19 abr 2015 . Actualizado a las 05:00 h.

A Vigo en 15 minutos, a Santiago en media hora y treinta minutos más para llegar a A Coruña. Los pontevedreses están de enhorabuena. La revolución en el transporte que supone la implantación de la alta velocidad entre Vigo y A Coruña permitirá un rápido desplazamiento de personas entre las grandes urbes del eje atlántico y a un precio muy asequible: 2,90 euros el billete más barato y 32,10, el más caro en función del destino y de la forma de compra.

Vigo, Vilagarcía, Santiago y A Coruña son la ciudades que desde ayer están enlazadas con Pontevedra a través del tren de alta velocidad. Diez trenes al día parten desde la estación pontevedresa con destino a estas ciudades y jóvenes, estudiantes, ejecutivos y jubilados ya se frotan las manos. Ellos serán los principales beneficiados de este nuevo servicio.

Hasta ahora los viajes eran tan largos que los usuarios perdían las ganas de volver a subirse a un tren. La situación ahora se invierte. El público no dudará a la hora de subirse a un convoy para ir de compras a Vigo, visitar la Catedral o el Parlamento en Santiago, bañarse en las playas del Salnés o ir a ver un partido de fútbol a Riazor. El coche tiene todas las papeletas para quedarse más tiempo aparcado en el garaje, pues el AVE es más rápido, más barato y más económico que el transporte por carretera.

Hartos del peaje de Rande, de los atascos de una gran ciudad como Vigo y de la falta de aparcamiento, los pontevedreses que quieran pasar unas horas o unos días en la ciudad olívica ya no necesitan el coche. Desde primera hora de la mañana, con una frecuencia de dos horas, con una duración de menos quince minutos y por 5,90 euros, ida y vuelta, los pontevedreses desembarcarán en la flamante estación de Urzaiz a pocos minutos del centro urbano vigués.

Si el peaje a Vigo es abusivo, el de Santiago y A Coruña es inasumible para la gran mayoría de los bolsillos. El tren, de nuevo, se presenta como una alternativa muy a tener en cuenta. Estudiantes pontevedreses residen en la capital compostelana durante el curso escolar gastándose, al menos, 300 euros al mes en el alquiler de un piso compartido. Ahora, el AVE hará plantearse a más de uno si le compensa dejar el piso y viajar cada día en tren a la Universidad. El gasto mensual en este transporte rondaría los 200 euros y solo se tarda media hora en llegar al destino, una opción muy atractiva. A diario también viajan ejecutivos, autónomos o representantes políticos, que pueden adquirir un billete de ida y vuelta por diez euros y plantarse en el centro de Santiago en un suspiro.

Una escapada a la ciudad herculina para visitar el acuario, el planetario, pasear por Riazor y Orzán, fotografiarse en la Torre de Hércules o perderse entre las innumerables tiendas de Marineda City, no lleva más de una hora y cinco minutos en cada sentido y cuesta 25 euros (ida y vuelta) por persona.

La comarca del Salnés, sus playas y rutas de senderismo son un tesoro ahora más cercano para buena parte de la sociedad pontevedresa y su albariño y gastronomía, una tentación a la que los conductores deben oponer resistencia. El ferrocarril vuelve al rescate ofreciendo una rápida solución: un cuarto de hora de trayecto por solo ocho euros ida y vuelta.

Rapidez, economía y accesibilidad, tres pilares fundamentales que avalan el uso del tren de alta velocidad antes que el coche. Estudiantes, empresarios y turistas ocasionales no lo dudan. Sin embargo, todavía hay asignaturas pendientes.

La intermodalidad o la conjugación de ferrocarril y autobús o cercanías, se presenta como el próximo gran proyecto para conectar las grandes urbes con los municipios del entorno. Una iniciativa que daría alas al AVE, pues el único pero que se le encuentra al recién estrenado ferrocarril se encuentra al llegar a la estación de destino: «¿y ahora como llego a la playa, a mi casa, al centro comercial o al aeropuerto?», se preguntan muchos de los usuarios. La respuesta a este enigma podría marcar una nueva revolución en el transporte y situar al tren como el referente del transporte a media distancia.