La falta de inversores frustra el proyecto de piscinas en A Parda

Serxio Barral Álvarez
Serxio Barral PONTEVEDRA / LA VOZ

PONTEVEDRA CIUDAD

El proyecto de A Parda seguirá a la espera de que llegue algún inversor privado que lo relance.
El proyecto de A Parda seguirá a la espera de que llegue algún inversor privado que lo relance. Capotillo< / span>

El Concello no recibe ni una sola oferta para hacerse con la concesión

06 mar 2015 . Actualizado a las 05:00 h.

La posibilidad de que Pontevedra cuente con un complejo de piscinas al aire libre ha vuelto a frustrarse. Si hace unos años fue la quiebra de una empresa la que se llevó por delante el proyecto que promovía la Xunta, ayer el Concello se topó con la dura realidad de la falta de inversores: no se recibió ni una sola oferta para hacerse con la construcción de este complejo y su posterior gestión, pese al atractivo de no tener que abonar canon alguno por una concesión a 40 años y de que se licitaba conjuntamente con las piscinas de Campolongo.

El concurso buscaba adjudicar conjuntamente la gestión de ambas instalaciones con la condición de una inversión, a cargo del concesionario, de unos seis millones de euros: tres para construir el complejo de A Parda y otros tantos para renovar las instalaciones de Campolongo.

El concejal de Deportes, Agustín Fernández (PSOE), no ocultó ayer «certa decepción» por toparse de bruces con una realidad que desbarata, al menos de momento, el que era uno de sus proyectos estrella y, por extensión, una de sus bazas de cara a las elecciones municipales en las que encabezará la lista socialista. Fernández reconoció que se equivocó al considerar que el tirón de la concesión de las piscinas de Campolongo -«unha instalación moi céntricas con un número de usuarios moi elevado»- se bastaría para garantizar la viabilidad del concurso. «Non foi así, e a realidade é que rendibilizar A Parda parece moito máis difícil do que pensei», señaló.

Tres empresas se interesaron

Fernández confirmó que tres empresas del sector se interesaron por el pliego mientras estuvo abierto el plazo de presentación de ofertas, aunque ninguna llegó a concretar propuesta alguna.

El edil aseguró, en cualquier caso, tener la conciencia «moi tranquila» y considera que la falta de ofertas «fai evidente que as criticas dalgún grupo sobre que o prego estaba feito á medida dunha empresa eran absolutamente inxustificadas. O prego era rigoroso, imparcial e feito para defender os intereses dos pontevedreses, non os dunha empresa privada».

Ahora llega el momento de tomar decisiones de cara al futuro. La más inmediata, garantizar los empleos y el servicio de las piscinas de Campolongo, cuya concesión, ya prorrogada en su día «sen plenas garantías administrativas» porque se habían agotado todas las extensiones del contrato posibles, vence el 30 de junio. «Quero transmitir unha mensaxe de tranquilidade aos usuarios e aos traballadores: Campolongo non vai pechar».

Replantear el proyecto

La siguiente decisión la tendrá que tomar la junta rectora del Instituto Municipal de Deportes (IMD), que se reunirá la próxima semana, probablemente el martes. Declarará desierto el concurso, y tendrá que replantear el proyecto.

Ahí caben varias opciones. Podría acudirse a un procedimiento negociado invitando a tres empresas, pero para ello no pueden variarse las condiciones del concurso que ha quedado desierto.

Otra opción sería rebajar las pretensiones económicas del Concello, para lo cual habría que recortar los proyectos, ya sea el de A Parda o el de renovación de Campolongo, o ambos.

Una tercera opción, que Fernández por el momento descarta, sería separar ambos proyectos. Adjudicar por un lado Campolongo y por otro A Parda. El concejal es consciente de que esta opción obligaría a enterrar en un cajón la posibilidad de que Pontevedra cuenta con un complejo de piscinas al aire libre.