El cura de Lérez: «No hay problema por pagar funerales sin factura»

Alfredo López Penide
López Penide PONTEVEDRA / LA VOZ

PONTEVEDRA CIUDAD

El sacerdote dice que no las emite porque «no soy empresa», mientras que la funeraria afirma que el arzobispo ya conoce «as irregularidades»

03 mar 2015 . Actualizado a las 05:00 h.

«Hay cantidad de quejas porque los curas se niegan a ponerse de rodillas y aceptar sus condiciones». Crisanto Rial, el sacerdote de la parroquia pontevedresa de Lérez que se vio envuelto en la polémica este sábado por el funeral de un feligrés que se tuvo que celebrar en Caldas, criticaba con esta frase a la funeraria al tiempo que rechazaba que se negase a oficiar la ceremonia.

Tras precisar que el jueves anterior invitó, a través de un empleado de la funeraria, a la familia del difunto a hablar con él, aseguró que «no vino nadie». E insistió en que su única conversación en relación con el entierro del sábado fue con el citado empleado.

En todo caso, reconoció que, «en el caso de que el funeral fuese en Lérez (..), no habría ningún problema en que yo exija pagar en mano y sin recibos o facturas de por medio». No obstante, acto seguido, matizó que no exige el pago en metálico, sino que también se le pueden abonar los servicios mediante dos cheques, uno a nombre del Arzobispado de Santiago y otro al suyo. Crisanto Rial dejó claro que siempre entrega un recibí, ya que «no puedo dar facturas porque no soy empresa. Puedo dar un recibí, pero no una factura», al tiempo que se mostró convencido de que no incurrió en irregularidades: «Estoy seguro de que actué en la perfecta legalidad».

Explicó que sigue una orden del Arzobispado. Por un lado, «tenemos que cobrar lo nuestro, lo que nos corresponda por los servicios», de tal modo que «el talón está a mi nombre y esto entra en mis ingresos de Hacienda» y, por otro, los derechos de Iglesia se abonarían en el segundo talón.

En su opinión, la polémica se circunscribe a una única funeraria: Alianza y Barros. Sostiene que pretende «pasarle factura al Arzobispado y que después los curas le vayamos a cobrar. No tiene sentido». Crisanto Rial precisó que esto implicaría que la institución recibiese «millones de más de mil parroquias cuando no ingresa prácticamente nada».

Insistió en que es la única funeraria con la que ha tenido problemas. Asumió, eso sí, que, en junio del año pasado, se remitió un escrito al Arzobispado firmado por esta empresa y tres más del sector, pero aclaró que dos ya han dado marcha atrás, «de forma que una paga en metálico y sin recibo alguno», y la otra quiere pagar en cheque.

En este punto, manifestó que son varios los sacerdotes que, como él, han anunciado que, dado el conflicto con Alianza y Barros, dejarán de tener relación con la citada empresa. Rial precisó que no tendrá problema en recibir a aquellos feligreses que contraten a esa funeraria «Lo arreglaremos personalmente», dice. «Cuando el jueves llamaron, les dije que mientras no paguen lo que deben, no conozco a esa empresa. Que venga la familia a verme», apuntó al respecto.

Esta forma de proceder fue criticaba ayer por la funeraria. Desde Alianza y Barros manifestaron que el Arzobispado «coñece desde hai meses o conflito xerado por un indeterminado número de curas ao pretender cobrar pola prestación de servizos funerarios por medios completamente opacos e sen emitir as preceptivas facturas». En el caso concreto de Lérez, la firma se dirigió en diciembre al arzobispo Julián Barrio para transmitirle que «o sacerdote mantiña que, dado que estaba xubilado e cobraba unha pensión, non quería que quedara ??ningún rastro?? dos cartos a percibir polo seu traballo».

En el escrito, la compañía especifica que el párroco «só quería diñeiro en metálico e dicía que non emitiría ningún xustificante válido». Al mismo tiempo, precisan que «ameazaba con acudir aos particulares, dado que eles non lle pedían xustificante, e con diminuír a calidade dos seus servizos» a aquellos que no aceptaban sus condiciones.

Posteriormente, el gerente de Alianza y Barros informó a la institución de que el párroco se habría negado a fijar fecha para una misa en memoria de una fallecida seis meses atrás: «O cura alegaba que non se lle abonaran os funerais deste óbito, cando en realidade o que estaba a ocorrer era que se negaba a que o pago se realizara por medios bancarios, dado que a súa pretensión era cobrar dun xeito totalmente opaco á Axencia Tributaria».