Una vecina de O Vao reconoce que trapicheaba, mientras su hijo y sobrino le daban cobertura

Alfredo López Penide
L. penide PONTEVEDRA / LA VOZ

POIO

RAMON LEIRO

Natalia Conchado Gabarres aceptó ayer en la Audiencia de Pontevedra tres años de prisión y diez mil euros de multa

22 feb 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

Una vecina del poblado de O Vao (Poio), Natalia Conchado Gabarres, aceptó ayer en la Audiencia de Pontevedra una pena de tres años de prisión y diez mil euros de multa tras confesar que se ha venido dedicando a trapichear desde un galpón del asentamiento marginal. La fiscala, que inicialmente solicitaba cuatro años de cárcel, accedió a aplicarle una atenuante de drogadicción.

En la misma causa, un hijo de esta, José Luis Casal Conchado, y un sobrino, Josué Casal Camacho, aceptaron, por su parte, una condena de año y medio. En su caso, la sanción económica se fijó en cuatro mil euros.

Ambos fueron considerados como cómplices de la primera, a la que darían cobertura mientras realizaba las ventas de estupefacientes. En este sentido, es reseñable el cambio de papel que la fiscala otorgó a José Luis. Y es que, antes de alcanzar un acuerdo con las defensas y sus clientes, el ministerio público situaba a este encausado al mismo nivel que a su madre.

Los tres, en todo caso, fueron arrestados a principios de mayo del año pasado en el transcurso de una redada que llevó a cabo la Guardia Civil de Pontevedra. Fue el colofón a una serie de vigilancias en el entorno de la chabola en la que residían, entre otros, Natalia y su hijo.

Al mismo tiempo que se producían los arrestos, los agentes inspeccionaron el galpón anexo a la vivienda encontrando toda clase de útiles para cortar y manipular la droga, así como una libreta con anotaciones de fechas y dinero, algo más de 240 euros en efectivo y pequeñas cantidades de coca y heroína.