Abarrote en Lalín en un cálido Cocido

Rocío Ramos / J. Benito LALÍN / LA VOZ

POIO

m. S.

Miles de personas rindieron culto al plato rey de Galicia, con restaurantes donde hubo hasta cuatro turnos

19 feb 2017 . Actualizado a las 17:30 h.

Las predicciones no fallaron en Lalín e incluso nos regalaron algunos grados más de la cuenta en una jornada de calor tropical que animó a coger el coche y llenó la capital dezana de visitantes. Un abarrote y un ambiente de fiesta en una Feira do Cocido en la que hubo quien cambió el abrigo y la bufanda habitual por la minifalda y el escote.

Y como el calor es alegría, en Lalín no faltó ni lo uno ni lo otro. Y si a ello sumamos un cocido de los que hacen historia, el menú está más que completo. Los restaurantes estuvieron abarrotados con miles de comensales y alguno llegó a hacer hasta cuatro turnos. Después de comer hubo grupos que se lanzaron al baile en plena calle, mientras que otros no resistieron mover la cadera ya en el desfile. Este es uno de los platos fuertes y un preludio del Entroido. Entre los participantes se encontraban veteranos como los Amoriños de Bora con 27 años de historia y casi los mismos de desfile en el Cocido o Os Canecos de Poio, que suman 28 participando en la cita lalinense, como explicaba ayer Edmundo Nores.

El alcalde, Rafael Cuíña, aseguraba que esta pudo ser la edición de la historia que contó mayor número de visitantes, según los datos que le aportó la Policía Local. La buena temperatura prolongó la jornada festiva abarrotando también el baile celebrado en la Praza da Igrexa. Ahora aún queda en Lalín el Cocido del Orgullo, del 23 al 26 de marzo y para el que el actor lalinense, Fran Lareu, que ayer presentó estos actos, pedía al gobierno local un segundo desfile.

Roberto Vilar: «En Galicia vívese para comer»

«¡Qué juapiño é ! ¡Eche máis xoven ao natural! ¡E mellor mozo!». Estos y otros piropos se ganó el humorista Roberto Vilar en su recorrido por las calles de Lalín. El pregonero de esta edición de la Feira do Cocido recibió innumerables muestras de cariño, que agradeció «de corazón» a los miles de visitantes que atiborraban las calles en cuando cogió el micro. Calificó la cocina como «un acto de amor, a non ser que o faga miña muller, que é un acto de divorcio porque Deus non a chamou para a cociña». «En Galicia vívese para comer», dijo, y «o cocido é unha orxía completa, a sínfonía, o arte puro», en donde «alargar a mesa e unha relixión».

Del humor de Vilar no se libraron los políticos, ni Feijoo para el que tenía preparados algunos chistes y al que felicitó por ese niño «que naceu en Belén», con el alcalde, Rafael Cuíña, «que leva un mes de carne moi duro» después de decir, entre risas, que cuando vio al regidor «encontrei cambiadísimo a Crespo, case non o coñecía», pasando por Pedro Sánchez o los de Podemos.

Vilar dio las gracias a Lalín y a la gente de Lalín «porque o nome de Lalín e o do cocido vai por toda Galicia, por toda España e por todo o mundo; e vale que o porco e o cocido están moi bós, pero cocido e porcos hai en toda Galicia e si esto pasa aquí é porque hai algo e iso suele ser culpa da o fai a xente que os empeñachesdes en que o cocido fora a vosa bandeira e o resto de Galicia estamos moi ogullosos de vos e de como o facedes».

En el pregón Vilar se bajó del palco, que compartió con políticos y jurado, para invitar a los asistentes a jamón y hasta para echarse un baile con las integrantes de una de las comparsas en el desfile. Tras la comida del cocido, Vilar recibió un Testiño y un grabado de Barreiro y dijo que estuvo encantado de comer con políticos de distinto color y que él era del partido del Gran Sol, donde su padre trabajó de marinero durante cuarenta años.

Comida a favor de Morea y ambición en las bodas de oro

Por segundo año se celebraba un Cocido Solidario, con la asistencia de unas doscientas personas en el hotel Norat Spa Torre do Deza. En esta ocasión sin completar toda la horquilla política, con ausencia del PP y tras excusar días antes su asistencia el presidente de la Xunta, Núñez Feijoo, por su reciente paternidad. La recaudación se destinó a la asociación Morea. Y el alcalde de Lalín anunció su intención de mejorar para el 2018, cuando se cumplen las bodas de oro de la fiesta.