Encontró el DNI que un vecino de Poio había extraviado y decidió llevar a cabo una serie de estafas
16 feb 2017 . Actualizado a las 05:00 h.Encontró el DNI que un vecino de Poio había extraviado y decidió aprovechar la coyuntura para llevara a cabo una serie de estafas. Tras dos primeros timos exitosos, en el tercero la firma lo delató y ahora acaba de ser condenado a dos años de prisión: tres meses por una estafa en grado de tentativa y el restante año y nueve meses por un delito consumado continuado en el tiempo.
Las andanzas de este pícaro arrancaron a mediados del 2013 cuando se encontró con el documento de identidad de un residente de A Caeira. Con este DNI, entre junio y julio, contrató dos líneas de móvil con sendas compañías de telefonía, generando un deuda que superó el millar de euros.
Meses después, en enero, quiso ir un poco más lejos. Acudió a una sucursal bancaria de Loureiro Crespo donde, tras exhibir este documento, cubrió y firmó los documentos para retirar tres mil euros. Quizás se confió en exceso, quizás no contó con la pericia y el ojo del empleado que le atendió, pero lo cierto es que este último se percató de que la rúbrica no coincidía con la del DNI.
Ante las dudas que le surgieron, urdió una estratagema. Así, tras excusarse diciéndole que solo podía retirar esta cantidad de dinero en la sucursal donde había formalizado la cuenta, el empleado se puso en contacto con esta entidad para comunicarles lo ocurrido. Acto seguido, alertaron a la Comisaría y el estafador fue detenido por policías nacionales a los pocos segundos de pisar la sucursal.
Eso sí, aunque la mujer del timador llegó a acompañarle en el banquillo de los acusados, finalmente fue exonerada de todos los cargos. Y eso que los investigadores identificaron «sin duda» a la esposa en las grabaciones de voz, por lo que los magistrados no dudan en reseñar «la falta de credibilidad que las manifestaciones de la acusada merecen».