Los últimos vigilantes de la playa

María Hermida
maría hermida PONTEVEDRA / LA VOZ

POIO

capotillo

Los socorristas se retiraron ya de casi todos los arenales. Menos en Poio, donde se exprime el verano

19 sep 2016 . Actualizado a las 05:05 h.

Desestacionalizar el turismo. Intentar que haya visitantes más allá de julio y agosto, los meses fetiches del veraneo. Esas son ideas manidas, que se repiten una y otra vez, pero que es difícil llevarlas a la práctica. Es complicado, primero, porque el tiempo en muchas ocasiones no ayuda. Pero, aún cuando la meteorología se pone de nuestro lado, como este año -la previsión para los próximos días en las Rías Baixas es de sol a raudales y 25 grados de temperatura máxima-, no se confía demasiado en septiembre. Por ejemplo, los socorristas ya abandonaron las playas. No hay vigilantes ni en Sanxenxo ni en Vilagarcía, O Grove o cualquier otro concello costero de Arousa y Pontevedra. Salvo en uno: Poio. Ahí están los últimos vigilantes de la playa, que se mantendrán activos hasta finales de mes. Trabajan ellos en los arenales de Cabeceira y Xiorto.

En Cabeceira estaban ayer por la mañana David y Hugo. El primero señalaba que, pese a ser septiembre y haber bajado la afluencia a las playas, es importante seguir vigilando: «Agora mesmo hai sobre 50 persoas na praia. E sempre pode pasar algunha cousa. Hai un anaco, por exemplo, tiven que ir chamarlle a atención a un home que estaba practicando nudismo aquí».

Picaduras y toma de tensión

En Xiorto, al mediodía, estaban operativos Carlos y Cristina. No les faltaban bañistas a los que vigilar. Carlos contaba que ayer, conforme el sol empezó a calentar, se animó la afluencia a la playa, y que en Xiorto habría unas 300 personas. ¿Atendieron alguna emergencias? «Parados nunca estamos, hoy [por ayer] atendimos un par de picaduras de fanecas, le hicimos las curas a una chica que tenía un corte y le tomamos la tensión a varias señoras, algo habitual porque al estar al sol a veces las personas mayores se sienten indispuestas», explicaba el socorrista.

En el resto de las playas arousanas y pontevedresas se mantuvieron los servicios de socorrismo, con alguna que otra excepción, hasta el día 15. ¿Qué se hace ahora? En Sanxenxo, el punto más caliente del turismo, quien se encarga de atender los posibles percances es el servicio local de emergencias. Pero no hay ningún vigilante a pie de arenal. Desde este colectivo indicaron que ayer, dado que sopló viento del norte, la mayoría de los bañistas acudieron a las playas más abrigadas y menos peligrosas. No se recibió ningún aviso de emergencia. Silgar, como no podía ser de otra manera, fue el arenal más concurrido.