Las cadetes del Poio Pescamar arrasan y son campeonas de España

La Voz PONTEVEDRA / LA VOZ

POIO

Las rojillas ganaron todos los partidos del torneo celebrado en Móstoles

27 jun 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

La expedición de las rojillas acabó en triunfo. Fue un fin de semana intenso y con un calor asfixiante en Móstoles, pero las cadetes del Poio Pescamar supieron sacar provecho a la situación y ganaron todos los partidos que disputaron. Así, por cuarto año consecutivo, regresan a Pontevedra con el trofeo de campeonas de España bajo el brazo y una sonrisa de oreja a oreja.

Las pequeñas promesas del fútbol sala tuvieron una fase de grupos cómoda, donde solo el Alcantarilla consiguió hacérselo pasar mal a ratos. Fue un partido que ganaron por la mínima y que las obligaba a ganar o empatar el siguiente contra el Elche si querían pasar a la final. Así fue, y el Orvina de Navarra las esperaba.

Fue una final fácil para las del Poio Pescamar. El resultado de 1-12 lo dice todo. Un paseo, o más bien un bombardeo sobre la portería rival. Las cadetes hicieron gala de su juego y antes del descanso el marcador ya destacaba el 1-7.

«Las chicas están muy contentas. Deben disfrutar de estas cosas porque son difíciles de conseguir», explica David Riveira, entrenador del conjunto. «Si se esfuerzan lograrán lo que quieran. Jorge Basanta y yo las acompañamos y vemos que los conceptos que hemos intentado inculcar al club, en todas sus categorías, están dando sus frutos, tanto a nivel táctico como en resultados. Ellas tienen la calidad, pero absorben como esponjas todo lo que les decimos».

De menos a más, el Campeonato de España cadete supuso un cierre de temporada brillante para las rojillas. Ahora, toca descansar de cara a la próxima temporada.

Dado el éxito de las pequeñas, David Riveira también comentó las posibilidades de que el primer equipo se fije en ellas a la hora de renovar plantilla. Carolina Agulla ya dio el salto, al hacerse oficial su llegada a la categoría absoluta la semana pasada. «Al fin y al cabo, este es el trabajo de una cantera. Formar jugadoras para que puedan dar el salto al primer equipo. Hay que tener en cuenta que es un salto muy complicado, una subida de nivel enorme, pero estoy seguro de que muchas de las jugadores poseen la calidad necesaria».