El 4 % del rural de la capital está pendiente, y Samieira y Raxó lo tienen pero no lo usan
23 may 2016 . Actualizado a las 05:00 h.La ausencia de redes de saneamiento por una parte, o la falta de puesta en servicio de algunas ya ejecutadas por la otra, implican que unas siete mil personas que viven en los municipios del entorno de la ría de Pontevedra carecen de un saneamiento adecuado, o sencillamente no lo tienen. Unos vierten sus aguas residuales en pozos negros en sus parcelas y otros los derivan directamente al mar por redes de alcantarillado que no conectan aún con ninguna depuradora. Varias décadas y muchos millones de euros en inversiones después no han sido aún suficientes para concluir la tarea pendiente, de la que no están excluidos, en mayor o menor medida, ninguno de los concellos de esta ría.
En el caso de la capital provincial, Pontevedra, el casco urbano y gran parte del rural disponen de redes de saneamiento que dirigen sus aguas residuales a la depuradora de Os Praceres. Este servicio funciona en teoría, porque la falta de capacidad adecuada en la EDAR para atender la demanda de depuración de la comarca tiene como consecuencia que muchas veces salgan directamente a la ría por el aliviadero de cocheras, en Mollavao. Es la denuncia constante de las cofradías del fondo de la ría y un hecho admitido por el Concello y Augas. Es de esperar que la ampliación de la depuradora y el estudio autonómico de las deficiencias de la red actual pongan fin a este problema.
De las zonas que no tienen ni siquiera un metro de tubería, la mayoría de las viviendas se concentra en una parte importante de la parroquia de Verducido, y pequeños tramos de viviendas en las parroquias de Bora, Santo André y Santa María de Xeve, Cerponzóns y Campañó. En total, falta la colocación de las redes de saneamiento en las viviendas de un 4 % de la población, según fuentes municipales, lo que supondría unas 3.200 personas.
Para paliar este problema, Pontevedra ha incluido en el presupuesto de este año 2,5 millones de euros, de los que 1,1 se emplearán en el río de los Gafos y el resto principalmente en dar conexión al alcantarillado a núcleos de viviendas en Mourente y en Bora.
El caso de Poio es uno de los más llamativos de la comarca, porque aunque Samieira y Raxó tienen sus redes de saneamiento instaladas, no depuran porque no hay ninguna EDAR aún construida a la que derivar sus aguas residuales. El alcalde, el nacionalista Luciano Sobral, estima que esto afecta a 3.000 personas. Existe el compromiso de la conselleira de Medio Ambiente, Beatriz Mato, de que técnicos de Augas se desplazarán a Poio para examinar la posible ubicación de la depuradora.
También en Poio hay unas cien viviendas entre Vilariño y Fragamoreira que no tienen saneamiento. Esta obra se iba a acometer con el desarrollo del polígono, pero el proyecto del parque empresarial está parado. Para el próximo año, el Concello aspira a llevar el alcantarillado a Vilariño. En Sanxenxo, en lugar de A Granxa carece de servicio y el plan del Concello, según informó Augas en su día, es hacer una conexión a la EDAR del municipio. En el Concello se desecha construir en Pampaído una depuradora común con Poio.
En Marín, con una red que tiene pérdidas por todas partes, Augas renovará este año el colector general de la avenida de Ourense y el bombeo principal del Lameira. Faltan por dotar de alcantarillado a los núcleos de San Tomé, San Xulián y Ardán. En Bueu, el 90 % de las viviendas tienen redes de saneamiento. Lo que queda se va subsanando año a año.