Las orugas que se comen el boj y otras amenazas primaverales

Lars Christian Casares Berg
ch. casares PONTEVEDRA / LA VOZ

POIO

El tiempo húmedo consolida la presencia de enemigos naturales de viñedos, frutales, hortalizas y hasta de los robles

11 may 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

Una plaga se está cobrando buena parte de los setos de boj de la comarca. Algunos tan emblemáticos como los que forman los del Monasterio de Poio. Pero la voracidad con la que actúan las orugas que conforman la plaga no es él único fenómeno que se da de este tipo. En la Estación Fitopatolóxica de Areeiro, desde donde se controla la incidencia de las diversas amenazas para los cultivos de la provincia, han activado otros siete riesgos para otros tantos cultivos.

En la lista, además del boj, está el manzano, la viña, el kiwi, los cítricos, la camelia, la patata y el roble. En el origen de la proliferación de amenazas está el tiempo húmedo reinante en esta primavera. La viña se resiente por las condiciones climáticas de estos días, con temperaturas nocturnas y la humedad relativa en incremento, lo que implica un mayor riesgo de infección por mildiu. Es necesario aplicar un tratamiento, en especial en aquellos viñedos donde ya se hubieran visto síntomas y en aquellos que todavía no han recibido ninguna intervención, alertan desde Areeiro.

En los manzanos de las Rías Baixas se ha comenzado a detectar también síntomas de oidio, aunque únicamente en brotes aislados. El pulgón también afecta al manzano estos días.

Tampoco se salva el kiwi, que con el incremento de la humedad hace imprescindible, alertan desde Areeiro, aplicar el tratamiento recomendado para limitar los daños que pueden causar la bacteriosis sobre la futura floración.

La psila africana de los cítricos es la amenaza para estos. Afecta a los brotes jóvenes de los árboles. El pulgón y la cochinilla están al acecho de la camelia, aunque «de momento, y en general, no es necesario intervenir, pero sí vigilar su evolución para evitar que puedan enrollar las hojas».

Nuevamente las precipitaciones y el mantenimiento de temperaturas suaves hacen necesario «prestar mucha atención a la aparición de síntomas» de mildiu en la patata, ya que «si no se realiza una vigilancia del cultivo, será necesario tratar tan pronto sea posible». También la pulguilla se ha detectado en los cultivos de la provincia.

Y una plaga polífaga de orugas está también afectando a las carballeiras de las Rías Baixas y, según advierten desde Areeiro, las defoliaciones que se habían iniciado en algunas carballeiras de la provincia son ahora más evidentes.

Es la otra cara de una primavera húmeda.