Laex rojilla Ceci se medirá mañana en las filas del Burela con el Poio Pescamar «al equipo al que le debo donde estoy»
09 oct 2015 . Actualizado a las 05:00 h.Quien la ve jugar no se la imagina en la portería. La rapidez y la brillantez que despliega la pívot sobre la pista no podía estar atada al área, de donde no podía moverse. Sin embargo, esos fueron los inicios de Cecilia Puga, Ceci, con tan solo cuatro años en el equipo mixto Porvír de Marín. «Paraba mejor que jugaba», dice con humildad. Empezó siendo la única niña del equipo, pero años después descubrió que quería ser cómo los chicos que marcaban los goles. Hoy, 24 años después, se ha convertido en un nombre indiscutible del panorama nacional. Lo suyo es golear.
La jugadora ha sido varias veces internacional con España, jugó un año «del que no quiero hablar» en el Lazio italiano para llegar al Burela, un equipo llamado a hacerse con la liga. Pero de toda esa experiencia, la ala-pívot destaca su paso por el Poio Pescamar. «Fue una de las mejores etapas, con ellas viví el ascenso y la permanencia, guardo unos recuerdos imborrables, gracias al Poio llegué a donde estoy», explica Ceci tras una sesión matinal en Foz. Mañana se medirá a sus excompañeras y amigas con las que compartió equipo. En las filas rojillas todavía siguen Charo, Claudia o Paloma de su etapa en A Seca. «Son partidos que te apetecen, pero cuando empieza a rodar el balón te olvidas y solo tienes ganas de jugar», explica.
Un equipo muy fuerte
El Burela es un equipo profesional que entrena con dobles sesiones varios días de la semana y al que la Ronaldinha de Marín, como la apodaron en su paso por el Poio Pescamar, se está adaptando bien. Reconoce que el juego es muy similar al del Poio Pescamar. Ambos tienen una defensa férrea, son fuertes físicamente y «al ser un derbi todo se potenciará más», resume Ceci. El de mañana será el primer partido oficial entre los dos equipos. El Burela viene de ganar la Supercopa y empezó la liga sin conocer la derrota. Quiere seguir así, pero Ceci sabe que enfrente estará un equipo que da la cara hasta el final. «Es un partido muy igualado, pero yo quiero ganar para seguir subiendo», explica la jugadora, que echa de menos «el clima» del sur. Se atrevería incluso a decir que Burela y Marín son muy parecidas, aunque la ciudad del norte es «un poco más grande». Su familia sigue siendo su principal apoyo y cada vez que juega intentan desplazarse a Burela.
La marinense no sabe cuanto tiempo le queda de vida deportiva. «Todo el que las lesiones me permita», dice. Para no desperdiciar el tiempo, estudia. «Estoy haciendo un curso de entrenadora personal y otro de nutrición deportiva», explica Ceci, que con 28 años aún le queda mucho por golear. Mañana espera reencontrarse con una afición, que dos años después aún aplaude sus éxitos.