Las cofradías refuerzan la lucha contra los furtivos

La Voz POIO / LA VOZ

POIO

Las mariscadoras inician sus turnos de vigilancia en las playas para evitar daños en los bancos del fondo de la ría

28 jul 2015 . Actualizado a las 05:00 h.

Un verano más las mariscadoras de San Telmo se ponen los petos naranjas que las identifican ante los bañistas y acuden a las playas del litoral de Poio para comprobar que los usuarios se dedican a disfrutar de los arenales y no a recoger almejas. Es una medida necesaria para conseguir evitar que los furtivos se aprovechen de la mayor presencia de personas en las playas y se camuflen entre ellos para realizar su trabajo de rapiña. Además, no solo hay que frenar a los furtivos. Las cofradías se ven obligadas también a realizar una tarea pedagógica entre los bañistas para que estos sepan que no hay barra libre y que el marisco de los bancos poienses tiene dueño.

Según explicaron fuentes de la agrupación de mariscadores de a pie de San Telmo, la vigilancia complementaria de los pósitos comenzó el pasado fin de semana. Se llevará a cabo por turnos durante el resto del verano con la única interrupción de las jornadas laborales de las cofradías, cuando los días sean malos o cuando las mareas no sean adecuadas para el furtivismo.

Este será el primer año desde que la reforma del Código Penal calificó como delito la actividad furtiva. Sin embargo, por ahora al menos, no se han producido detenciones aunque los infractores se exponen a que se actúe contra ellos por reincidentes.

Difícil seguimiento

El patrón mayor de Pontevedra, César Rodríguez, precisó que se están vigilando los bancos marisqueros y que se levantan actas de infracción con frecuencia. Rodríguez indicó que en las playas del entorno de Poio hay vigilancia de día y de noche para intentar impedir el trabajo de los furtivos, pero también sostuvo que una vez que ese marisco abandona la playa es difícil frenar su venta porque, aunque se sabe quiénes suelen realizar esta práctica ilegal, es muy complicado encontrarlos en el momento mismo de su venta en locales.

Otras fuentes de la cofradía pontevedresa se lamentan de la proliferación del furtivismo, sobre todo durante el último cierre de los bancos. Cuando hay marea roja, las mariscadoras no pueden patrullar en los arenales, lo que da pie a que el furtivismo se dispare.