Xosé Ríos Cidrás, que ocupó el puesto de primer suplente en el BNG en las pasadas municipales, repartió unos folletos de denuncia
30 jun 2015 . Actualizado a las 05:00 h.Todo hacia presagiar que el pleno de ayer en Poio, en el que se iba a dar el visto bueno a la organización pactada por el PSOE y el BNG, sería un mero trámite más. Nada más lejos de la realidad.
Y es que la polémica por la demolición de unos chalés construidos frente a la playa de Ouriceira, en Chancelas, cuyo derribo acaba de ser reiterado por el Tribunal Superior de Xustiza de Galicia, capitalizó parte del debate de la jornada. Y es que uno de los propietarios, Xosé Ríos Cidrás, quien ocupó el puesto de primer suplente en la lista del BNG en las pasadas municipales, repartió unos folletos quejándose de lo que «considera é un trato de favor cara unha das partes -a denunciante- e un trato discriminatorio cara a outra -a comunidade de propietarios-», explicó el alcalde Luciano Sobral.
El regidor nacionalista dejó claro que discrepaba y rechazaba tal planteamiento: «Temos que ser moi claros e dicir que iso non é certo, en absoluto». Añadió que, si bien es titular de una de las viviendas de la urbanización Mar de Tambo, «penso que a del está na segunda liña e, en principio, non debería estar afectada pola sentenza». Al margen de esta situación, el pleno de Poio bendijo el acuerdo de pactado por nacionalistas y socialistas. De este modo, estos últimos asumirán las áreas de Obras e Servizos y de Pesca e Marisqueo en la persona de Consuelo Besada, mientras que Gregorio Agís llevará la de Urbanismo y de Promoción económica y Rosa Fernández la de Benestar social, Igualdade e Mocidade.