El Poio Pescamar tiene equipos de base en todas las categorías, tanto en masculino como en femenino
26 abr 2015 . Actualizado a las 05:05 h.Las redes del Poio Pescamar arrastran un ingente número de jóvenes valores de la cantera, tanto en el municipio, como en poblaciones limítrofes. Y es que este club ha logrado convertirse, a base de trabajo, en el referente del fútbol sala en la zona.
Quizás parte del gran público identifique a esta entidad con los éxitos cosechados por la división femenina que conforma la columna vertebral que sustenta al primer equipo, el que dirige Morenín en División de Honor. De hecho, el filial rojillo se ha proclamado recientemente como campeón de la liga autonómica y aspira a jugar el próximo año en Segunda División.
Pero en casa del Pescamar también hay lugar para los chicos. Con representación en todas las categorías, desde las edades más tempranas hasta los sénior -que también dirige el técnico del femenino-, el Poio puede presumir de poseer una doble vertiente y una cantera que empieza costar cuantificar. Éxito cuantitativo y cualitativo de un proyecto ya consolidado y con aspiraciones.
Daniel Díaz es el técnico de los futbolistas prebenjamines, benjamines y también de los cadetes, lo que le confiere una visión global a esta ardua pero gratificante labor formativa.
La hornada de los que ahora tienen o están a punto de cumplir los diez años son moldeados con un largo camino por delante, algo que permite asentar conceptos teóricos y tácticos, que les servirán a los sénior del futuro. Como cada club, las categorías superiores se nutren de los triunfos de los que vienen empujando por detrás, ya que son los que aseguran el relevo generacional.
Este Poio Pescamar trabaja en Lourido, en la paz y el sosiego que permite el entrenamiento bien hecho. Los retos deportivos se saborean pero no se imponen, ya que prima aquella máxima de que lo importante no siempre es ganar, sino haber tomado parte en el espectáculo.
Categorías mixtas
En un club tan identificado con el trabajo de niños y niñas enfocados a la formación total en fútbol sala de cantera, no se imagina otra manera de abordar aquellos primeros peldaños en el escalafón de las categorías.
Los niños y niñas que conforman los equipos biberón y prebenjamín comparten equipo y liga, ya que la segregación no tiene cabida en los inicios del deporte.