Marín aspira a dejar asar en Castiñeiras en verano con un modelo homologado

Marcos Gago Otero
marcos gago MARÍN / LA VOZ

MARÍN

CONCELLO DE MARÍN

Impulsa una nueva fórmula para recuperar la actividad prohibida desde el 2005

17 ene 2017 . Actualizado a las 05:05 h.

El lago de Castiñeiras, uno de los entornos recreativos de mayor proyección turística de la comarca, vive un proceso de constante declive, agravado por la imposibilidad de utilizar sus asadores en el verano. El Concello de Marín aspira a que la próxima temporada estival, por fin y con la instalación de asadores homologados, se pueda revertir esta situación y conseguir ofrecer a los visitantes dos espacios dentro del recinto natural donde poder asar al aire libre. Es el enésimo intento para conseguirlo desde que un trágico accidente en Guadalajara en el 2005 con once muertos obligase al Ejecutivo central a tomar medidas drásticas.

La concejala de Medio Ambiente de Marín, la popular Marián Sanmartín, explicó que la demanda de poder asar en el lago en verano es muy elevada, tanto entre los propios vecinos como entre los turistas. Sin embargo, hasta ahora, cuando llega junio los asadores de piedra se precintan e inutilizan. Cualquier persona que rompa la prohibición se expone a una cuantiosa sanción económica.

Tras examinar varios sistemas y de recibir más de una negativa por parte de la Xunta en estos años, el Ayuntamiento dio con una fórmula que, a priori, es la única viable para conseguir volver a asar en Castiñeiras.

Esta solución consiste en la selección de dos puntos del recinto, de un asador cubierto, de fácil accesibilidad y que no suponga ningún riesgo para el parque natural morracense. Cada una de estos asadores irá montado sobre una plataforma de algo más de veinte metros cuadrados. Consisten en «unha estrutura de piares de pedra con cuberta de madeira». Permitirá la utilización simultánea por cuatro personas distintas y también dispondrá de tres pequeños parapetos de piedra que harán la función de apoyos y a la vez de cierre. La concejala marinense precisó que este sistema sí tiene posibilidades de lograr el visto bueno de la Xunta y se están recabando los informes de la Consellería de Medio Rural y del ente autonómico Augas de Galicia. El permiso de este último organismo es necesario por la proximidad del acuífero del lago. Las comunidades de montes, que son las propietarias de los terrenos, están a favor del proyecto. De hecho, los comuneros son los primeros impulsores de este plan, que consideran vital para que este entorno vuelva a ser referente turístico.

Una vez que se logren los permisos, trámite que según el gobierno local se rematará en cuestión de semanas, habrá que avanzar en la cuestión de la financiación. Las dos casetas, para garantizar el máximo de seguridad, no son baratas y, las posibilidades económicas del Concello no dan ahora para asumir todo su presupuesto. La intención del equipo de gobierno marinense pasa por la colaboración de la Axencia de Turismo de Galicia, a través de una subvención.