El suelo del parque de la Alameda de Marín se resquebraja en solo 8 meses

Marcos Gago Otero
marcos gago MARÍN / LA VOZ

MARÍN

MARCOS GAGO

El Concello atribuye los desperfectos al «mucho uso y al mal uso» del recinto

11 ene 2017 . Actualizado a las 05:05 h.

El suelo de caucho del parque infantil de la Alameda de Marín se cae a pedazos. El área de juegos más concurrido del municipio ofrece una imagen de abandono a solo ocho meses de su última reparación. La concejala de Medio Ambiente, la popular Marián Sanmartín, explicó que el Concello reparará este pavimento la próxima primavera, ya que no tiene sentido hacerlo en invierno. Admitió que existe un problema pero, con resignación, lo atribuyó a dos factores de muy difícil solución. «Ese problema no es nada nuevo, se debe al mucho uso que tiene y al mal uso que le dan algunos», precisó.

El rápido deterioro del parque infantil de la Alameda sorprende porque la sustitución del suelo se llevó a cabo el pasado abril. En esa fecha también se realizó una puesta a punto de los juegos, que mantienen una calidad óptima para el disfrute de los más pequeños. En aquella ocasión se rehabilitó el juego combinado, se adecentó los columpios y se borraron las pintadas vandálicas en elementos como la casita. Lo que más se resiente es el suelo de caucho, un material que, por otra parte, es idóneo para este tipo de instalaciones porque amortigua las caídas de los pequeños y evita que se hagan daño.

Sanmartín precisó que el Concello le presta atención a los parques, y especialmente al de la Alameda. No obstante, añadió que el uso de este recinto es intensivo. «La empresa nos dice que este parque es diferente a los demás de Marín porque está lleno todos los días del año, a no ser que llueva», matizó.

Al deterioro que supone recibir a cientos de niños cada día, hay que sumar otros elementos más relacionados con el comportamiento cívico de pequeños y adultos. «El otro día vi a unos niños que estaban arrancando trozos del caucho». Al vandalismo, consciente o inconsciente, se le añaden otros elementos más inesperados. «Los tacones no le vienen nada bien al caucho». Y la abundancia de agujeros en el pavimento parece que le dan la razón.