Pontevedra acapara en verano tantos exámenes de conducir como Vigo

María Hermida
maría hermida PONTEVEDRA / LA VOZ

MARÍN

Las autoescuelas dicen que la ciudad del Lérez es de las más idóneas para sacar el práctico por su pequeño tamaño y su escasez de cuestas

02 sep 2016 . Actualizado a las 07:55 h.

Cruzar estos días las carreteras pontevedresas, da igual que sean las que circunvalan la capital del Lérez como la que va hacia Vilagarcía, hacia Sanxenxo, en dirección a Cerdedo o los viales hacia Marín es toparse, sí o sí, con coches de autoescuela, bien sea de alumnos examinándose bien de pupilos realizando prácticas. ¡Están por todas partes!, llega a pensar uno. Y los datos que aportan tanto las autoescuelas como Tráfico lo corroboran. Desde las empresas indican que la diferencia entre verano e invierno es radical, y que sobre todo en julio y agosto tienen un aluvión de clientes. Y la Jefatura Provincial de Tráfico da unos números elocuentes. En junio, julio y agosto Pontevedra acaparó casi tantos exámenes de conducción, teóricos y prácticos, como Vigo, pese a que la capital olívica multiplica por tres la población de la pontevedresa. Eso sí, tanto en un sitio como en otro se examinan personas de otros concellos. Por ejemplo, a Pontevedra vienen los alumnos O Salnés y de Deza.

En el caso pontevedrés, a tenor de los datos de Tráfico, en junio, julio y agosto hubo 2.013 exámenes teóricos de conducir y 2.466 prácticos. En Vigo fueron 2.650 de los primeros y 2.524 de los segundos. Concretamente, en agosto ganó Pontevedra. En la ciudad del Lérez se hicieron 1.056 pruebas de conducción y en Vigo 872. Eso sí, tanto una ciudad como la otra bajaron ligeramente en número de exámenes con respecto al ejercicio 2015.

Las generosidad de la urbe

Relacionado o no con el hecho de que Pontevedra acapare en verano tantos exámenes como Vigo está la circunstancia de la que hablan las autoescuelas. Desde varios centros como Chaves, Peregrina o Ecovial indican que Pontevedra es una ciudad «generosa» con quienes sacan el carné práctico. ¿Por qué? Coinciden las escuelas en señalar que tras la peatonalización apenas se entra al centro el día del examen, por lo que los alumnos se ahorran el engorro de la ciudad, con sus pertinentes paradas, semáforos, pasos de peatones y demás. Por otra parte, tampoco hay una circunvalación con numerosos carriles ni entradas excesivamente complicadas. «Antes yo daba prácticas en Barcelona. Es la noche y el día con esto. Allí resulta muchísimo más complicado conducir», decía ayer una de las monitoras de Ecovial. Tampoco tiene Pontevedra algo en lo que Vigo está surtido: cuestas, lo que reduce las posibilidades de que al examinado se le cale el coche.