Ni la colocación de candados en los dispensadores ha logrado disuadir a los amigos de lo ajeno
26 jul 2016 . Actualizado a las 05:05 h.Los robos de papel higiénico se han convertido en algo tan habitual en los baños de la playa de Portocelo que el Concello de Marín optó por ponerle candados a los portarrollos. Pero ni por esas. Los robos siguieron. Los destrozos no son excesivos pero sí lo suficientemente molestos, para los usuarios de los aseos y para el Concello, como para que el ejecutivo local solicite a las personas que utilicen estos espacios que respeten el mobiliario urbano.
El pasado fin de semana, los vándalos volvieron a actuar y, como no lograron forzar los candados para alcanzar el papel, se emplearon a fondo en romper y desencajar los portarrollos para robar su contenido. Al final, lograron su objetivo y los aseos no se pudieron emplear en unas jornadas de una mayor afluencia al arenal con motivo del puente y del calor de este final de mes.
Fuentes municipales incidieron, asimismo, en que, en muchas ocasiones, los vándalos no se conforman con robar el papel. Muchas veces lo acaban tirando por el suelo o atascando urinarios y cañerías, lo que daña la imagen del arenal y además los inutiliza. En los últimos días, estos episodios han obligado a que un camión desatascador acuda varias veces a los baños de Portocelo para que se pudiesen volver a utilizar.
Los destrozos en los aseos de Portocelo no son las únicas incidencias que se registran en el vial de playas. En veranos pasados, los ladrones y los gamberros se han cebado con las papeleras, que terminaron arrojando al mar, o han destrozan a pedradas las lámparas de las farolas. Los amigos de lo ajeno también actuaron tantas veces y con una saña especial en el parque infantil de Portocelo, que finalmente el Concello decidió retirarlo para poner coto a estos episodios.