Marín pide el asfaltado de la rúa do Forte para frenar los choques

Marcos Gago Otero
marcos gago MARÍN / LA VOZ

MARÍN

El bajo contra el que se estrelló un coche el 18 de marzo en la rúa do Forte sigue sin reparar.
El bajo contra el que se estrelló un coche el 18 de marzo en la rúa do Forte sigue sin reparar. m.g.

La creciente proliferación de baches facilita la cascada de accidentes de los últimos meses

13 abr 2016 . Actualizado a las 05:05 h.

Los baches en la rúa do Forte son casi tan numerosos como los coches que circulan por esta vía urbana todos los días. La rúa do Forte es la principal e inexcusable carretera que deben seguir todos los vehículos que quieran dirigirse a Seixo, Bueu o Cangas por la costa desde Marín. Sin embargo, sin apenas trabajos de conservación el paso de los años la ha convertido en una de las calles que registra un mayor número de accidentes de tráfico de todo el casco urbano. El teniente de alcalde marinense, Manuel Santos, explicó ayer que el Concello ha solicitado a la Xunta su reparación lo más rápido posible.

El accidente más aparatoso de los últimos meses ocurrió el 18 de marzo cuando una conductora se empotró en un bajo, que afortunadamente no tiene actividad. El turismo derribó las verjas, ventanas e incluso parte de la pared. Pese a lo aparatoso del suceso, la mujer salió ilesa del choque contra el edificio.

Los vecinos de la rúa do Forte y de A Banda do Río extreman su cuidado cuando van por esta calle, sobre todo en el entorno de la primera curva. La velocidad está limitada a cincuenta kilómetros por hora, pero numerosos coches no la respetan. El fuerte ruido causado por los accidentes de vehículos en esta calle es tan frecuente, que hay vecinos del barrio que han desistido de aparcar sus turismos en esta calle, ante el temor de que se los lleve por delante otro vehículo, o que se los encuentren rayados o sin espejo al levantarse por la mañana.

La velocidad es uno de los problemas que afronta esta calle, razón por la que Santos admite que bastantes residentes de este ámbito han solicitado que se tomen medidas como un «lombo» a la altura del paso de cebra de la gasolinera, como medio disuasorio para los conductores excesivamente rápidos.

Sin embargo, la velocidad no es la única pega que vecinos y conductores le encuentran a esta vía. Solo hace falta verla. El asfalto está muy deteriorado, en todo el tramo, especialmente grande es la línea de baches, a cada cual más profundo, que empiezan en la curva frente a la Escuela Naval y rematan más allá de la entrada a la calle de A Banda do Río. A la inestabilidad que crean los baches para el tránsito de miles de coches todos los días, se suma que el resto del asfalto está agrietado, la señalización horizontal está desconchada y en verano esta carretera multiplica sus usuarios, tanto al volante como a pie, al ser una de las rutas más rápidas para ir a la playa.

Rotonda de Os Praceres

En la parroquia pontevedresa de Lourizán, en la rotonda de acceso al puerto en Os Praceres, existe otro punto muy deteriorado en la red de carreteras de la comarca. En esta ocasión, los baches son de dimensiones tan grandes que un turismo que no extreme la precaución puede dejarse una rueda al pasar por encima. En la rotonda del puerto, los destrozos son de una magnitud difícilmente igualables en una carretera con un tráfico intenso, no solo del que entra y sale del recinto marítimo sino también del que procede de la autovía y se desplaza hacia los distintos ramales que tienen conexión con esta rotonda a Estribela, Os Praceres e incluso un colegio con cientos de alumnos. Se hizo una reparación de urgencia dos veces en un mes, pero no sirvió de nada. Los baches y zanjas aún siguen abiertos.