Grifos a medio gas en Seixo

Marcos Gago Otero
marcos gago MARÍN / LA VOZ

MARÍN

REBECA TIZÓN

El problema del suministro de agua se repite un año más en los pisos más altos de los edificios y obliga a recortar el abastecimiento a una fábrica

25 jul 2015 . Actualizado a las 05:00 h.

Llegó el verano y una vez más, en esta ocasión bastante más pronto de lo habitual, muchos vecinos de Seixo vuelven a quedarse con los grifos a medio gas. Es un problema que se repite una y otra vez y que deja con un hilillo o sencillamente sin nada de agua, durante varias horas al día, a cocinas, duchas y lavabos de los pisos de los edificios de mayor altura en Otero Ulloa y del Camiño Vello. Los afectados empezaron a sentir los problemas en el abastecimiento de agua hace varias semanas, pero el problema, lejos de solucionarse, ha continuado y, por lo menos por ahora, todo parece indicar que pasarán así todo el verano a no ser que llueva lo suficiente para recuperar el volumen de los embalses.

Marín recibe gran parte del agua que necesita en temporada estival desde el Lérez a través de una conducción general de Pontevedra a sus depósitos de Pedreiras y A Costa. En verano, y con el incremento de consumo en toda la comarca, el agua llega, pero con menos fuerza. El descenso en la presión se ve agravada por tuberías antiguas y unos depósitos que reclaman una modernización para hacerlos más eficaces. Además, en verano, y especialmente en Seixo, la necesidad de agua es mayor porque la fábrica de Refrescos del Atlántico multiplica su producción por cuestiones de mercado.

El resultado de todos estos elementos juntos tiene como consecuencia que los pisos altos, cuartos y terceros especialmente, así como las viviendas situadas en lugares elevados, se quedan con poco suministro. Ocurre todos los veranos y precisamente por esta razón la concejala de Medio Ambiente, la popular Marián Sanmartín, defendió ayer la entrada de Marín en el proyecto de Acuaes, que ejecuta la Administración central, y que permitirá crear una red alternativa más moderna para traer el agua al municipio, además de un nuevo depósito que duplicará el servicio en el rural y en Seixo. La obra estará terminada para el próximo año, pero mientras no se estrene, los vecinos seguirán sufriendo los inconvenientes.

El Concello llegó a un acuerdo con Refrescos del Atlántico. El Ayuntamiento restringe el agua a la fábrica durante las mañanas, abre un poco más el grifo por las tardes y le deja trabajar a pleno pulmón por la noche, en un delicado compromiso entre las necesidades cotidianas de los vecinos y de la factoría. Es una solución temporal, que se queda a medio camino de las expectativas de unos y otros. Esta medida tiene su repercusión económica y podría tenerla laboral. Refrescos del Atlántico ha contratado a 40 personas para reforzar su plantilla este verano, pero la mitad de sus líneas de producción están cerradas por esta crisis de agua.

Enganches forzados a pozos

Los afectados tienen que agudizar el ingenio. Ana, vecina de Otero Ulloa, explicó que el edificio se vio obligado a engancharse a un pozo para tener agua. Hace varias semanas aparecieron los problemas de poca presión. Esta joven describe cómo una tarde no había agua suficiente ni para que se duchara su marido al venir de su trabajo y cómo este tuvo que irse a Marín a casa de sus padres para poder asearse allí.

No es un caso único. Débora, vecina de Canarias que está pasando el verano en Seixo, manifestó que durante las tardes el agua deja de ser un chorro para ser un «hilito» que le impide fregar la loza hasta la mañana siguiente. Y así se pueden enumerar más casos. El lunes el Concello explicará su punto de vista a los afectados en la Casa de Cultura de Seixo, a las 12 horas.