La jefa de Tráfico es rotunda: ni bicis, ni peatones por la autovía de Marín

Alfredo López Penide
lÓPEZ pENIDE PONTEVEDRA / LA VOZ

MARÍN

Fomento deberá determinar si restringe o no la PO-11 únicamente a vehículos a motor

06 may 2015 . Actualizado a las 05:00 h.

Tres atropellos mortales en dos años e innumerables accidentes con heridos. Este es el dramático balance de la PO-11 o autovía de Marín, una carretera a la que ayer aludió la jefa provincial de Tráfico, María Isabel Alonso de Linaje Calzada, para, de una manera rotunda, dejar claro que «es una vía de alta capacidad que, por sus características (...), no es una vía idónea para el tránsito de peatones, ni para la circulación de bicicletas».

En este punto, precisó que, «en buena parte del trazado, no dispone de arcenes», al tiempo que dejó claro que aún no se ha adoptado ninguna decisión de futuro sobre esta carretera: «Se trata de un tema que está en estudio por los titulares de la vía».

En concreto, el debate sobre la seguridad de la PO-11 parece estar polarizado entre los que defienden reducir el limite de velocidad actual de 80 a 50 kilómetros por hora y los que, a priori, se decantan por cerrar la autovía a ciclistas y viandantes. Entre estos últimos se encontraría el propio subsector de Tráfico de la Guardia Civil, unidad desde la que se ha elaborado un informe, en principio, no vinculante apuntando en esta dirección.

Por su parte, tanto desde colectivos como Masa Crítica como desde el Concello de Pontevedra se considera más idóneo reducir la velocidad máxima a la que se puede transitar por esta vía, así como por la instalación de radares. Los argumentos que han expuesto en las últimas semanas sostienen que aplicando esta medida se incrementaría únicamente en un minuto y veinte segundos el tiempo en el que se tardan en recorrer los 2,7 kilómetros que separan la rotonda de Malvar de la de Os Praceres.

Paralelamente, en caso de ser alcanzado por un vehículo, el alcance de las lesiones se reduciría drásticamente. A la hora de sustentar esta afirmación, desde Masa Crítica citan las propias estadísticas de la Dirección General de Tráfico, las cuales afirman que, de ser arrollado a 80 kilómetros por hora, un ciclista tiene un 95 % de posibilidades de dejar su vida sobre el asfalto. Reduciendo esta velocidad, las probabilidades de sobrevivir a un accidente se incrementan, de tal modo que uno de cada dos ciclistas sobreviviría a un impacto a 50 kilómetros por hora.

Decisión de Fomento

En todo caso, y tal como recordó la jefa provincial de Tráfico, la decisión última será del Ministerio de Fomento, organismo titular de la PO-11 y quien determinará las características de la mal llamada autovía de Marín.

De Linaje Calzada realizó estas declaraciones ayer instantes antes de que arrancase en el pabellón de A Cañota, en Marín, la tercera Semana Mundial de la Seguridad Vial, que está enfocado este año en la infancia. De este modo, subrayó que «no podemos olvidar que quinientos niños mueren diariamente en todo el mundo por accidentes de tráfico y miles resultan heridos».

En el caso concreto de la provincia de Pontevedra, «en los últimos años no hemos tenido que registrar ninguna muerte». De cara a mantener estos índices, se abogó por actuaciones similares a las de los Camiños Escolares de Pontevedra, pero también en acciones encaminadas a reforzar el uso de sistemas de retención infantiles en los vehículos.