Pontevedreses que sí piden la luna

María Hermida
maría hermida PONTEVEDRA / LA VOZ

CERDEDO-COTOBADE

Pontevedra
Pontevedra RAMON LEIRO

Hubo atascos para ver el satélite hecho gigante, y en el observatorio de Cotobade es el astro preferido de los visitantes

19 ene 2017 . Actualizado a las 16:39 h.

Cantaba Daniela Romo, con una melodía que se nos pegó a muchos, que ella no pedía la luna. La artista latinoamericana debía ser la única que no la quería. Porque en Pontevedra todo el mundo pide la luna. Dos datos lo confirman. Por un lado, tanto ayer como anteayer, los días fetiches para ver la superluna -hoy también seguirá grande, aunque ya va reduciéndose- hubo atascos en sitios altos, como por ejemplo A Caeira, para observar bien al satélite hecho gigante -cabe recordar que se trata de un fenómeno que no se producía desde 1948-. Y, por el otro, habitualmente, sin que la luna haga nada especial, todo el mundo observarla vía telescopio cuando visita el observatorio de Cotobade. «É o astro favorito dos visitantes. Cando lle ensinas á xente os cráteres que ten a verdade é que quedan moi impresionados», señala David Filgueira, presidente de la asociación Sirio, que gestiona el centro. ¿A él también le pirra? «Para os astrónomos, cando facemos unha observación, é case máis un estorbo ca outra cousa, polo que nos deslumbra», indica. De todas formas, Filgueira estos días también puso sus ojos sobre ella. «Mireina, e foi máis espectacular do que pensaba», indica este experto.

Filgueira habla como un libro abierto sobre el fenómeno de la superluna de estos días. Indica que la luz del satélite se agranda entre un 30 y un 40 % más. Al preguntarle por los efectos que genera en la tierra, indica: «Está claro que afecta moito ás mareas... E eu son dos que pensa que se fai iso co mar, que non fará cos seres vivos. Aquí temos unha cultura moi ligada á lúa».

Filgueira da cuenta también de que, en realidad, nos pirramos por observar el firmamento. En el observatorio de Cotobade hasta hace poco tiempo solamente tenían lista de espera para las visitas guiadas que hacen los sábados durante los meses estivales. Pero estamos en noviembre y siguen con personas en espera. «É algo que vai a máis, a verdade é que estamos moi contentos», enfatiza. En verano, con motivo de la lluvia de perseidas, organizaron un acto para verlas abierto al público, al que no hacía falta anotarse... Y se les juntaron 500 personas. «A xente interésase moito polos astros», remacha.