Ángeles González y Sonia Bouzada están al frente de una Coral Polifónica que persigue nuevas voces para garantizar el relevo generacional
20 ago 2016 . Actualizado a las 05:00 h.Por primera vez en su larga trayectoria, dos mujeres están al frente de la Coral Polifónica de Caldas Reis. Son María Ángeles González Rodríguez como presidenta, y Sonia Bouzada Pérez como directora. Curiosamente, ninguna de las dos es natural de la villa termal. Ángeles es de Vigo y Sonia, de Meaño. Ambas gestionan una agrupación que hoy cuenta con 35 integrantes y que busca la incorporación de voces jóvenes para garantizar el relevo generacional y el futuro de la Coral.
«Yo entré hace cuatro años y ya era la más joven. Hoy lo sigo siendo», desvela Ángeles, que es presidenta desde el pasado enero. La agrupación tiene una media de edad que supera los 65 años. «Asusta un poco y la Coral necesita gente». Sonia añade que el relevo también permitiría «modernizar o repertorio un pouco». Esta profesora de música en secundaria sostiene que cualquiera con oído para entonar una melodía puede cantar.
Aunque la Coral se refundó en 1994, sus orígenes se remontan a la posguerra civil. Es, por tanto, una de las agrupaciones más antiguas e importantes de la localidad. Ángeles, que es empresaria y lleva catorce años viviendo en Caldas, se acercó a la agrupación tras ver una de sus actuaciones. Aunque su afición por cantar le viene de mucho más atrás, siendo una niña. La culpa, en el buen sentido, la tiene su abuela paterna. «Lo de cantar lo llevo en la sangre. Mi abuela vivía encima de la casa de mis padres y se pasaba el día cantando. Crecí con boleros y tangos, como Caminito, de Carlos Gardel», comenta la presidenta en una cafetería.
Pese a ello nunca creyó que tuviera aptitutes para el canto coral. Sonia, que ya dirigía la Coral cuando llegó Ángeles, lo tiene claro: «Para nós foi unha sorte. É unha voz soprano moi bonita. Non é peloteo. Unha voz que foi crecendo desde o principio».
La Coral no tiene sede social y ensaya en un local cedido por el Concello de Caldas, el Auditorio Municipal. Lo hacen una vez a la semana. Pero son ensayos «intensos», que superan las dos horas y media muchas veces. «Isto é posible porque levan moitos deberes para casa e se nota que os fan. Esíxolles dentro duns límites e traballamos a colocación, a impostación ou a afinación, porque é xente que non lee partituras», aclara la directora. La agrupación maneja un presupuesto anual de unos 6.000 euros, que cubren con el apoyo del Concello, las actuaciones que realizan y una cuota de los socios. «Es mucho trabajo, mucho más de lo que parece. Pero vivimos de actuar en misas, bodas y funerales», subraya Ángeles.
Repertorio
Tras actuar en las fiestas patronales de San Roque, en Caldas, la próxima cita con el público será a finales de octubre. ¿Y qué canta la Coral? «O repertorio tentamos varialo por unha cuestión de motivación, pero temos dous tipos: un repertorio sacro, para misas e Semana Santa, con temas renacentistas, obras de clásicos como Haydn, Mozart o Kodály, e un repertorio profano para os concertos que adaptamos ao público, temos desde temas populares a habaneras, e tamén de compositores contemporáneos. Estamos preparando Lela, de Julio Domínguez», cuenta Sonia.
La Coral interpreta obras en castellano y gallego, pero también algunas en italiano y francés. Con la ópera, que ella sí canta, la directora no se atreve. Es de las que prefiere optar por «interpretar obras ben feitas. A ópera é complicada para alguén que non lee unha partitura». La mayoría de las actuaciones de la Coral son en la iglesia de Santo Tomás y siempre se cuela sorprendido algún peregrino de los miles que cruzan Caldas cada año.
Ángeles destaca que entre los coralistas hay mucha unión y que en Caldas hay gran afición a la música. «Una unión -remacha- que igual no se transmite al exterior, pero que existe en la Coral». Aunque dice que es presidenta por «una encerrona», hace hincapié en que para ella lo importante es que la agrupación «siga funcionando y los conciertos salgan bien».