La Guardia Civil reta al temporal para auxiliar a un hombre aislado en Ons

Alfredo López Penide
López Penide PONTEVEDRA / LA VOZ

BUEU

CEDIDA

La patrullera «Corvo Mariño» logró llevarle unos fármacos a este vecino de Bueu

13 feb 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

La mar está picada. La flota, amarrada en el puerto de Bueu ante la activación de una alerta naranja por temporal. En una vivienda de este municipio pontevedrés, una mujer, angustiada, no esconde su temor ante la situación de su marido, aislado en Ons y, lo más acuciante, sin tener a su alcance desde el pasado miércoles la medicación para tratar la, al parecer, dolencia cardíaca que padece.

Su manos teclean el 112 en el teléfono y su petición de auxilio es derivada a la centralita del 062. Son las ocho y media de la mañana del viernes y la mujer explica a La Voz al otro lado de la línea que su esposo no puede abandonar la isla porque el mal tiempo impide la salida del barco de pasaje. Añade, según refirieron ayer desde la Comandancia de Pontevedra, que en Ons posee una casa de residencia temporal, de tal modo que su marido lleva allí nueve días.

En un tiempo récord, apenas dos horas, la Guardia Civil se enfrentará a la climatología reinante y a los envites de un mar embravecido para solventar esta emergencia. Nada más ser informado de la situación, el jefe del Servicio Marítimo de la Guardia Civil toma una difícil decisión. Pese a que las condiciones del mar no son las más adecuadas, ni mucho menos, ordena a la tripulación de la patrullera Corvo Mariño que se prepare para desplazarse hasta la isla.

Paralelamente, agentes del puesto del instituto armado en Marín se desplazaron hasta la vivienda del matrimonio para recoger los fármacos y, de este modo, hacérselos llegar. Faltaban escasamente tres minutos para las nueve menos cuarto de la mañana cuando los motores de la patrullera Corvo Mariño comenzaron a rugir. Con la medicación a bordo y haciendo frente al temporal, la emblemática embarcación abandonó las instalaciones portuarias de la Escuela Naval Militar.

Tras algo menos de cincuenta minutos de singladura, la patrullera consiguió alcanzar el muelle de Ons. Allí ya les aguardaba el vecino de Bueu, a quien, presumiblemente, le hicieron llegar los fármacos mediante el empleo de un ganapán.