Varios funcionarios de la cárcel de A Lama, heridos en un incidente con reclusos

Alfredo López Penide
López Penide A LAMA / LA VOZ

A LAMA

Tres presos conflictivos se hicieron fuertes en sus celdas y mantuvieron un enfrentamiento con el personal penitenciario

21 may 2018 . Actualizado a las 14:42 h.

Cuatro presos conflictivos, clasificados en primer grado, han protagonizado en los últimos días un nuevo incidente en la cárcel de A Lama cuando «se hicieron fuertes dentro de sus celdas al no querer entregar la bandeja metálica de la comida», según denunciaron ACAIP, CC. OO. y ATP. Los funcionarios se vieron obligados a solicitar refuerzos para restablecer la normalidad, momento en el que uno de los internos depuso su actitud y entregó voluntariamente la bandeja.

No ocurrió lo mismo con los tres, según explicaron desde estos sindicatos. Los empleados penitenciarios tuvieron que acceder a las celdas, lo que propició que varios de ellos sufrieran lesiones de distinta índole.

«Los tres internos violentos fueron aislados en módulos diferentes de la prisión», si bien uno tuvo que ser, posteriormente, derivado a un centro hospitalario después de que reconociese «haberse tragado los cristales de la ventana que previamente había destrozado».

«No son hechos aislados?

Los sindicatos advierte que «estos hechos no son aislados en el momento actual del establecimiento penitenciario». En este sentido, recordaron cómo, días antes, otro preso, también recluido en aislamiento, «destrozo a patadas y puñetazos un arco detector de metales valorado en seis mil euros, aparentemente sin motivo alguno»

ACAIP, CCOO y ATP exigen que se adopten medidas para garantizar la seguridad del personal penitenciario de A Lama. De igual modo, denunciaron que el protocolo contra las agresiones en Instituciones Penitenciarias «es una mera declaración de intenciones», ya que «no aborda los problemas estructurales que se generan en los centros».

Falta de personal

Paralelamente, denunciaron que, al mismo tiempo que padecen una la escalada de violencia en la cárcel pontevedresa, la plantilla es escasa, además de que está envejecida. En este punto, exigieron medidas activas urgentes, una oferta de empleo público extraordinaria que cubra las numerosas vacantes y un plan integral contra las agresiones al persona penitenciario que «de verdad» garantice la seguridad de los trabajadores.

Aludieron, igualmente, al hecho de que muchos de estos comportamientos violentos son consecuencia de patologías psiquiátricas, una realidad que contraponen con «la deficiente o escasa preparación que se imparte a los funcionarios penitenciarios sobre cómo actuar ante tales patologías». En la actualidad, «muchos de estos internos están alojados en módulos de las prisiones sin tener en cuenta estas circunstancias, cuando en realidad tendrían que estar en Psiquiátricos Penitenciarios de los que la actual SGIP carece -actualmente solo existen dos establecimientos de esta clase, Sevilla y Alicante-».