El español, una llave de futuro con retos de género y científicos

miguel lorenci CÓRDOBA / COLPISA

PONTEVEDRA

Mariscal | efe

El idioma gana en prestigio, pero debe avanzar en igualdad e inclusión

29 mar 2019 . Actualizado a las 05:00 h.

«Las lenguas son las llaves del mundo», decía Baltasar Gracián hace tres siglos y medio. Hoy el español en el que escribía el humanista es el nexo para casi 500 millones de personas y «es una llave de futuro». Lo constataron los ponentes de El español, lengua universal en el 8.º Congreso de la Lengua que moderó la académica y filóloga Aurora Egido. Crece exponencialmente su prestigio, su importancia y su presencia, pero tiene ante sí retos muy relevantes. Ha de ganar un prestigio y una presencia que se le resisten en el ámbito científico, apostar decididamente por la igualdad y la inclusión y superar el «modelo patriarcal», según reclamó la exvicepresidenta y actual presidenta del Consejo de Estado María Teresa Fernández de la Vega.

«El español ha experimentado un auge sin precedentes en los últimos 30 años en mi país. Y en el mundo va de más a mejor», dijo Trevor Dadson, hispanista británico que constata como nuestro idioma va ganando la batalla al alemán y al francés. «Su auge es imparable y en cinco o seis años será la primera lengua extranjera, según denotan todas las estadísticas», destacó Dadson. «Como lengua universal solo puede ir hacia delante, pero no pasa lo mismo en el mundo científico», lamentó este conocedor de la realidad de nuestro idioma. «Ha de desplazar al ingles para imponerse como lengua científica y tiene un largo camino por delante. En el Reino Unido es el idioma más demandado por las empresa , pero necesita docentes. La falta de profesores puede frenar esa expansión. Solo en el Reino Unido nos faltan unos 4.000 en Secundaria, y sin profesores no hay aprendizaje ni avance», reflexionó.

Para Fernández de la Vega, el gran reto es la inclusión y la igualdad. «El idioma no es neutro. La palabra da forma al pensamiento y las feministas sentimos que la sociedad ha funcionado con un lenguaje que ha respondido fundamentalmente a un modelo político dominante que sigue vigente en la actualidad y qué es el modelo patriarcal», aseguró De la Vega. Cree que para cambiar ese modelo «necesitamos cambiar el lenguaje por otro en el que todos nos veamos reflejados; especialmente quienes hasta ahora solo han formado parte del modelo en posición de subordinación. Ha llegado ya el momento de emprender esa empresa», concluyó.

«El único género excluyente no es el masculino, el femenino lo es, y lo digo sabiendo que parece muy contrario al espíritu de visibilidad feminista con el que estoy completamente a favor», dijo Gonzalo Celorio, director de la Academia Mexicana. «Si digo las niñas, no incluye a los niños. Y si digo los niños incluye a los niños y a las niñas. Y si no se entiende así, puedo decir los niños y las niñas, pero ese desdoblamiento a veces resulta terriblemente artificial».

«Para ser políticamente correcto uno tendría que decir ahora “el perro y la perra son la mejor y el mejor amigo y la mejor amiga de la mujer y del hombre” indistinta y no siempre respectivamente», ironizó Celorio. Denunció además que ese desdoblamiento «se hace muchas veces solo ante los micrófonos y en los medios».

«Si me encuentro a un amigo padre de un hijo y una hija que sale de un restaurante y le digo que “cómo están tus hijos” no me dirá que estoy discriminando a su hijo, pero si digo “cómo están tu hijo y tu hija” me dirá que no sea imbécil», bromeó. «Creo que es una forma de corrección política que no se dan en lenguaje formal público y son con micrófonos de por medio, pero que en la lengua natural no se ha dado. Cuando se empiece a dar en la lengua natural va a surgir y va a ser registrados».

«Una lengua no se habla por decreto. Surge de la naturalidad del habla y de ahí viene un concepto distinto de la palabra norma, que tiene que ver con lo normal y con lo usual», concluyó Celorio.