Hallan en Combarro explosivos usados para espantar delfines en la pesca

Alfredo López Penide
López Penide POIO / LA VOZ

PONTEVEDRA

Ramón Leiro

Unos niños encontraron los artefactos en una caja y estaban jugando con ellos

09 ago 2018 . Actualizado a las 10:25 h.

El hallazgo casual de cinco artefactos pirotécnicos en el puerto de A Canteira, en Combarro (Poio), ha sacado a la luz una forma de actuar que se creía erradicada en la ría de Pontevedra. Y es que la Guardia Civil, que ha abierto una investigación para determinar el origen de estos explosivos, sospecha que iban a ser utilizados «de forma ilegal para producir pequeñas explosiones en el medio marino y evitar que determinadas especies, como los arroaces, cuya presencia parece haberse incrementado en las últimas fechas, interfieran en las labores pesqueras o produzcan daños en los aparejos».

Se trata de unas prácticas que, en opinión de José Antonio Gómez Castro, presidente de la Federación Provincial de Cofradías de Pontevedra, no están extendidas, por lo que habría que hablar de hechos puntuales. Incidió en que hace unos años sí que había escuchado sobre pescadores que lanzaban fuegos pirotécnicos al aire con la intención de asustar a estos delfines, pero nunca hasta ahora había oído hablar de unos artefactos como los hallados en el puerto pesquero de Combarro.

GUARDIA CIVIL

En este caso concreto, los técnicos especialistas en desactivación de explosivos (Tédax) de la Guardia Civil de Pontevedra apreciaron que se trata «de artefactos pirotécnicos que han sido modificados, añadiéndoles una piedra, que estaba adosada al petardo con cinta aislante, a modo de contrapeso».

A este respecto, desde el instituto armado señalaron que el hallazgo se produjo hace unos días, cuando un guardia civil franco de servicio y adscrito al Servicio Marítimo con base en Marín se extrañó al observar a un grupo de niños manipulando una caja de cartón abandonada junto a un contenedor de basura del muelle pesquero de A Canteira. El agente se acercó a comprobar el contenido de la caja y su sorpresa fue mayúscula al comprobar que dentro había cinco artefactos pirotécnicos, todos ellos de las mismas características externas.

Ante el riesgo de que se produjera una detonación, en un primer momento, optó por poner los petardos fuera del alcance de los niños para, acto seguido, activar el protocolo establecido para estas incidencias que conlleva la intervención de los Tédax.

La investigación se centra en el esclarecimiento de las circunstancias del hallazgo, así como en concretar el uso de estos artefactos. En todo caso, desde la Guardia Civil reseñaron que el uso de explosivos en labores de pesca, que pueden causar daños indiscriminados en todo el medio marino, está tipificado como delito en el Código Penal.

Gómez Castro confirmó que las poblaciones de delfines han aumentado sustancialmente, algo que «es señal de la recuperación de la zona. Hace años que no capturamos tanta xouba como este. Se acercan a la costa porque hay alimento».