Dándolo todo por dignificar la vida de los perros

nerea garcía / s.b. PONTEVEDRA / LA VOZ

PONTEVEDRA

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Comprometida y volcada con la protectora, reconoce que casos como el de «Tani» le marcaron enormemente

21 jul 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

El amor y la pasión por los animales es el motor que mueve la vida de muchas personas. Volcarse en cuerpo y alma a su protección cuando estos se vuelven más vulnerables es algo que dignifica y que convierte a las personas en seres extraordinarios.

Hace cinco años Gloria Cubas paseaba por la céntrica Plaza de la Herrería cuando decidió acercarse al puesto de la protectora Os Palleiros y hacerse voluntaria. Por aquel entonces, esta madrileña y pontevedresa de adopción no podía ni imaginar que tras un par de años como voluntaria acabaría presidiendo la asociación.

Aunque disfruta con la compañía de los perros y con su labor como presidenta, lo cierto es que en estos años ha tenido que vivir de cerca dos momentos especialmente duros.

«El caso de Tani me marcó. Fue una de mis peores experiencias en la protectora». Así recuerda Gloria un caso de maltrato que tuvo lugar en 2014 y que acabó con la muerte de la perrita. «Fueron once días muy intensos para intentar salvarla pero nada, no hubo manera», explica.

Aunque lamenta que el culpable no fuese castigado como procedía, un par de años más tarde -y con una nueva Ley en vigor- el caso de Life fue otro duro golpe. «Llegó peor que Tani pero como no tenía órganos dañados tuvimos la suerte de que se salvó», cuenta Gloria.

Aunque Life sí pudo salvar su vida, las heridas que el maltrato deja a los animales son imborrables. «Ese miedo y esa desconfianza hacia el ser humano nunca se termina de ir», comenta. Y lo hace desde su experiencia personal. Tras haber perdido a su mascota después de catorce años de convivencia, en enero Gloria decidió adoptar a Gris, una pitbull que, según explica, «debieron utilizarla para cazar y llevarla en un remolque ya que cada vez que ve uno empieza a ladrar y se pone nerviosísima».

Gris o Life son dos ejemplos de perros que encontraron un nuevo hogar gracias a la adopción -algunos incluso fuera de España-. «Desde la protectora se realiza un seguimiento y un control tanto antes como después para asegurarnos de que el animal está bien», apunta la presidenta en este sentido. Aunque durante todo el año realizan campañas cuyo fin es encontrar el hogar perfecto para cada uno de los perros lo cierto es que la protectora lo paraliza en Navidad. «Para regalar no se dan perros -asegura Gloria- de hecho, cuando viene una persona que dice que quiere un perro para regalar a un familiar, a un amigo o por un cumpleaños le decimos que no», una medida tomada para asegurarse que detrás de cada adopción hay un acto consciente y un compromiso total.

La labor de las casas de acogida

Aunque es habitual que durante la época estival los abandonos de animales se incrementen notablemente Gloria explica que en Os Palleiros lo viven también «cuando termina la temporada de caza, en las vacaciones, o cuando el regalo de navidad se hace mayor...». A pesar de todo asegura que actualmente, pese a estar casi al límite, el refugio de animales municipal que gestiona la asociación, no sobrepasa su capacidad. Las casas de acogida tienen mucho que ver.

«Tenemos 25 perros en casa de acogida. Son animales enfermos que, por los tratamientos y cuidados que requieren, no es factible tenerlos en la protectora». Aunque la asociación corre con los gastos veterinarios y alimenticios, se requiere cierta disponibilidad horaria y un compromiso total hacia el cuidado de los perros.

Volcada actualmente en los preparativos para el mercadillo solidario que se celebrará el próximo 29 de julio en la Plaza de la Herrería, Gloria siempre reserva tiempo para disfrutar junto a su perra de caminatas por el bosque. «El último domingo de cada mes no reunimos un grupo que nos llamamos ‘La manada pontepatas’ para hacer una caminata», comenta. Caminar es una de las aficiones de Gloria. «Intenté hacer la Pontevedrada el año pasado pero el mal tiempo hizo que lo plantase en Valga. Es algo que tengo pendiente, es como un reto para mí».