El centrocampista fue el autor del primer y único gol del Burgos en Pasarón el pasado febrero; el defensa jugó minutos en Primera y Segunda
28 jun 2017 . Actualizado a las 20:24 h.Del Zamora pasó al Atlético de Madrid B juvenil en el 2011/2012, equipo en el que fue subiendo de categoría temporada tras temporada -del B juvenil pasó al C sénior y de este al B sénior- hasta llegar a Segunda B. Un solo año duró Carlos Ramos en el club rojiblanco en la categoría de bronce del fútbol español antes de que comenzaran a caerle ofertas de otras entidades. La más rápida fue en su momento en Guijuelo, que se hizo con los servicios del centrocampista en el 2015 para ponerlo de titular en 20 de los 35 partidos de la campaña. Metió dos goles y jugó 1.895 minutos.
Unos meses después, Ramos (nacido en 1994 en Zamora) cogía las maletas y se mudaba a Burgos, donde firmó una gran temporada con tres goles a sus espaldas, siete tarjetas amarillas y 18 de los 28 encuentros como titular.
Así se resume la trayectoria del último fichaje del Pontevedra, que sonará, sin embargo, a muchos aficionados granates por otro motivo: fue el autor del primer y único gol que metió el Burgos en Pasarón en el partido de vuelta, disputado el pasado 26 de febrero. El zamorano se convirtió durante unos segundos en el futbolista con menos simpatizantes entre la marea granate al poner el marcador a 0-1 en un encuentro que, afortunadamente, lograron remontar los de Luisito hasta adelantar al visitante en el luminoso con un certero 2-1, obra de Álex González -quien acaba de firmar la renovación en el club pontevedrés- y Mario Barco -que al terminar la temporada regresó a la entidad que pertenece y que lo cedió al Pontevedra, el Lugo-. Ahora a Ramos le toca volcar todas sus habilidades sobre el terreno de juego para evitar que vuelva a suceder.
El zamorano comparte, además, protagonismo con un lateral izquierdo, Miguel Ángel Muñoz. Con solo 22 años, el madrileño ha pasado toda su vida futbolística en el Getafe, con cuyo primer equipo llegó a disputar tres partidos en Primera División en el 2015/20016 y uno en Segunda la pasada temporada. El defensa madrileño jugó 13 de los 17 partidos como titular, en los que pasó en el campo un total de 1.257 minutos. Y, a pesar de la posición que ocupa en el terreno de juego, marcó tres goles solo en la última campaña, y vio siete tarjeta amarillas y una roja.
Ahora el joven, de 1,77 metros de altura y 75 kilos de peso, está a punto de vestirse la camiseta granate para dejar cerrada la defensa y casi zanjado el centro del campo del estadio municipal de Pasarón.
Unos meses después, Ramos (nacido en 1994 en Zamora) cogía las maletas y se mudaba a Burgos, donde firmó una gran temporada con tres goles a sus espaldas, siete tarjetas amarillas y 18 de los 28 encuentros como titular.
Así se resume la trayectoria del último fichaje del Pontevedra, que sonará, sin embargo, a muchos aficionados granates por otro motivo: fue el autor del primer y único gol que metió el Burgos en Pasarón en el partido de vuelta, disputado el pasado 26 de febrero. El zamorano se convirtió durante unos segundos en el futbolista con menos simpatizantes entre la marea granate al poner el marcador a 0-1 en un encuentro que, afortunadamente, lograron remontar los de Luisito hasta adelantar al visitante en el luminoso con un certero 2-1, obra de Álex González -quien acaba de firmar la renovación en el club pontevedrés- y Mario Barco -que al terminar la temporada regresó a la entidad que pertenece y que lo cedió al Pontevedra, el Lugo-. Ahora a Ramos le toca volcar todas sus habilidades sobre el terreno de juego para evitar que vuelva a suceder.
El zamorano comparte, además, protagonismo con un lateral izquierdo, Miguel Ángel Muñoz. Con solo 22 años, el madrileño ha pasado toda su vida futbolística en el Getafe, con cuyo primer equipo llegó a disputar tres partidos en Primera División en el 2015/20016 y uno en Segunda la pasada temporada. El defensa madrileño jugó 13 de los 17 partidos como titular, en los que pasó en el campo un total de 1.257 minutos. Y, a pesar de la posición que ocupa en el terreno de juego, marcó tres goles solo en la última campaña, y vio siete tarjeta amarillas y una roja.
Ahora el joven, de 1,77 metros de altura y 75 kilos de peso, está a punto de vestirse la camiseta granate para dejar cerrada la defensa y casi zanjado el centro del campo del estadio municipal de Pasarón.