Aceptan una condena por prostitución esquivando el ingreso en la cárcel

Alfredo López Penide
López Penide PONTEVEDRA / LA VOZ

PONTEVEDRA

RAMON LEIRO

Carlos V. S., dueño del Montparnasse, se enfrentaba inicialmente a 13 años de prisión

28 jun 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

Llegaron a la Audiencia de Pontevedra con una suerte de espada de Damocles sobre sus cabezas. El fiscal les solicitaba entonces penas que se movían entre los cuatro y los trece años de cárcel, lo que inexorablemente hubiera supuesto su ingreso en prisión en caso de que los magistrados hubiesen confirmado las pretensiones de la acusación.

Finalmente, han conseguido esquivar esta posibilidad al llegar a un acuerdo de conformidad con el ministerio público. De este modo, Carlos V. S., dueño del club Montparnasse y para quien pedían trece años, asumió tres meses por un delito de inmigración ilegal y un año, siete meses y 15 días por trata de personas en concurso ideal con un delito de prostitución coactiva. Las fuentes consultadas precisaron que podrá eludir el internamiento penitenciario si abona una multa, cuyo importe no ha trascendido.

Idénticas penas fueron aceptadas por María Susana S. E., si bien en su caso la suspensión del cumplimiento de la condena está condicionada no al pago de una multa, sino a que no delinca a lo largo de los próximos tres años. Por su parte, Arturo Manuel G. L. fue condado a diez meses de prisión por trata de personas en concurso ideal con un delito de prostitución coactiva. Igualmente, no dará con sus huesos en una celda si no comete delito alguno en los próximos dos años.

En el caso de una cuarta acusada, el fiscal retiró los cargos, por lo que ya fue exonerada en sala, mientras que en el caso de una quinta no ha podido ser localizada para su enjuiciamiento.

En cuanto a las indemnizaciones, Carlos y María Susana abonarán seiscientos euros a dos de las tres testigos protegidos de este procedimiento, mientras que los tres acusados y la sociedad titular del club pagarán 2.750 euros la tercera joven que fue explotada en el local ubicado en Meis.