Depende de la cantidad y del número de morosos, pero en ciertos momentos es buena la negociación, porque solemos llevarla a buen puerto
16 abr 2017 . Actualizado a las 05:00 h.Santiago Mariño (Segovia, 1973) dirige la gestión de trescientas comunidades.
-¿Es fácil convencer a la comunidad para negociar?
-No siempre. Depende de la cantidad y del número de morosos, pero en ciertos momentos es buena la negociación, porque solemos llevarla a buen puerto, desde que en el 2015 los ingresos han empezado a ser más normales en el núcleo familiar y la gente se puede planificar. Si una persona puede pagar la cuota normal del mes, de 50 euros, e ir solventando la deuda a razón de 30 más al mes, siempre va a ser más fácil ir pagando la deuda que si a través de un proceso monitorio se le condena al pago de toda la deuda que tenga, digamos, de 1.200 euros.
-¿Suelen estar de acuerdo?
-Hay de todo. Me he encontrado comunidades con muchas facilidades para la negociación, muy dispuestas, que entienden la situación de un núcleo familiar al que le sea más vital pagar el recibo de la luz o del agua que la comunidad -todo depende también de la solvencia que tenga la comunidad-, y nos hemos encontrado otras que, estando esas personas en una situación familiar realmente difícil, no darle opción a la negociación y sí tirar hacia la reclamación judicial, con el posible embargo posterior.
-¿Qué es lo que un administrador nunca debe perder de vista en un proceso de mediación?
-Que ambas partes son su cliente. El administrador administra las zonas comunes, que son de todos los vecinos. Es un tema muy delicado y tiene que haber incluso una parte de secreto profesional, porque a lo mejor el deudor le cuenta cosas que no quieren que se sepan. Hay dos partes tirando de una misma cuerda y nosotros estamos en el medio. Y hacerle ver a la gente que una persona que tiene una situación familiar complicada necesita de la ayuda del resto de sus vecinos a veces no es fácil, porque a lo mejor la comunidad también está pasando apuros para pagar los recibos de la luz o del ascensor.
-¿Parten de la base de que un moroso siempre quiere pagar?
- Hay morosos de todas clases, y el mayor moroso de este país sabes quiénes son, ¿no? Las entidades bancarias. De cada diez comunidades, casi la mitad, cuatro, tiene morosos, y de ellos casi la mitad de las deudas pertenecen a los bancos. ¿Y por qué un banco es moroso? Porque no domicilian la cuota, sino que acumulan deudas y, de repente, pagan 7 u 8 cuotas juntas, y se han convertido en la mayor inmobiliaria de este país. Un alto porcentaje de morosos tiene voluntad de pago, pero hay otros que cuesta mucho que paguen.