«En aquel momento era un demonio, estaba como poseído»

Alfredo López Penide
López Penide PONTEVEDRA / LA VOZ

PONTEVEDRA

Venancio Vázquez Torres aseguro no recordar haber agredido brutalmente a tres mujeres y dos guardia civiles en Barro

14 feb 2017 . Actualizado a las 11:49 h.

«No recuerdo nada». Venancio Vázquez Torres, quien está acusado de agredir brutalmente a tres mujeres y dos guardia civiles en enero del 2011 en Barro, aseguró no tener recuerdos de aquel incidente. Su memoria solo alcanzó a visualizar el momento en el que su padre acudió a un centro penitenciario a recogerlo, ya que iba a disfrutar de un permiso, y la comida que mantuvo con este último y su hermano. A partir de ese momento, todo borrado.

Eso sí, dejó claro que nunca más volvió a tener problemas con la Justicia, así como aseguró que había rehecho su vida. «Vamos a tener un trabajo estable», apuntó al tiempo que remarcó que tiene un trabajo estable en un hospital. Manifestó estar arrepentido.

Por su parte, María del Carmen Calvo, una de las tres mujeres agredidas y que estuvo en coma, señaló que aún le restan secuelas: «Estou sin cheiro no nariz e sen ganas de comer». Tras asegurar que no pudo observar a la persona que la agredió, dejó claro que «se non fora por unha moza que me quitou o sangue da boca morría asfixiada».

«A misa non vou que queda lonxe e teño medo», un temor que, igualmente, le impide salir sola de casa. Es por ello que ratificó su reclamación de una indemnización: «Home claro que ten que responder».

Si bien esta sexagenaria no pudo identificar a Venancio Vázquez como su agresor, no ocurrió lo mismo con otra vecina del lugar de Lourido, quien rememoró que, por aquel entonces, llevaba el pelo largo. «En aquel momento era un demonio, estaba como poseído».

El fiscal solicita que sea condenado a seis años y dos meses de cárcel. Considera acreditado que, además de la paliza que propinó a María del Carmen Calvo, a otra vecina de Barro le lanzó un bloque de cemento dentro del coche, así como le dio un puñetazo, mientras que a la tercera le asestó un fuerte cabezazo en el ojo. Además, estima que golpeó a varios agentes del instituto armado.

En la causa también está personada una acusación particular que entiende que el Estado debe responder como responsable civil subsidiario de lo ocurrido, dado que el encausado disfrutaba de un permiso penitenciario en el momento de producirse las agresiones.