Trump monta el Belén

Bea Costa
Bea Costa VALGA / LA VOZ

PONTEVEDRA

MARTINA MISER

No hay detalle que se le escape al Nacimiento de Campaña. Allí están Rita Barberá, Paquirrín el día de su boda, el bebé de Bescansa y le preparan la canastilla a Feijoo

05 dic 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

Maricarmen Castiñeiras le robó horas al sueño para que no faltara ni el retoño que está por llegar a la casa de Núñez Feijoo. «Non sei se me dará tempo a facelo», apuntaba el viernes, pero el body de bebé no faltó en el Belén de Valga cuando se inauguró ayer por la tarde. No es un nacimiento al uso. No solo por lo grande y espectacular del montaje, con figuras en movimiento y efectos de luz y sonido. Lo es, también, porque se plantea como una crónica de la actualidad del año, de modo que José, María, Jesús y los Reyes Magos conviven con personajes de la política, la farándula y el deporte.

No hay político que se precie que no tenga su doble en miniatura en Valga: Rajoy sale caminando, Pedro Sánchez saliendo por los aires tras la zancadilla de Susana Díaz, Rita Barberá flotando entre nubes... y así hasta completar el Congreso de los Diputados, los de la nueva política también, incluida la Bescansa con su bebé en brazos. Trump y Hillary Clinton ponen el toque cosmopolita y el sello de la casa va a cuenta de Feijoo, Leiceaga, Pontón y compañía.

Hay vida más allá de los parlamentos. Al Belén de Valga asoman Nadal, Gómez Noya, Paquirrín, Torrente, Castelao... Y no se olvidan, nunca lo hacen, de sus paisanos, de los vivos y de los muertos, de modo que por allí pasan también el Padre Isorna, Caamaño con el coche de Protección Civil y el alcalde haciendo amigos por Estonia.

La historia también se escribe con pequeños y grandes acontecimientos; las Olimpiadas, la peregrinación del Apóstol por las aguas del río Ulla, el movimiento contra la violencia doméstica y la procesión de lacones de Cordeiro también se han ganado un sitio en un belén que hace años que ha sido declarado fiesta de interés autonómico.

Treinta y cuatro personas trabajan desde octubre -los últimos 20 días casi sin tregua- para preparar la logística que se ve y la que no se ve y las alrededor de 3.500 figuras que pueblan este mosaico, de las cuales 300 son de nueva factura. «É de admirar e de agradecer o traballo que fai a asociación cultural Amigos do Belén», apunta la concejala y alma máter de este proyecto, Maricarmen Castiñeiras. Es mucho trabajo, y el público lo sabe agradecer. Ayer ya había autobuses a las puertas del local cargados de gente ansiosa por estrenar el belén de este año. La experiencia indica que seguirá habiendo visitantes hasta la primavera.