Maricarmen Iglesias: «Olvidarnos de esta lucha, sería como olvidarla a ella»

C. Pereiro PONTEVEDRA / LA VOZ

PONTEVEDRA

Ramón Leiro

Centenares de personas se reunieron en A Ferrería para apoyar a la familia de Sonia

25 ago 2016 . Actualizado a las 19:16 h.

«Han pasado ya seis años y seguimos igual, yo diría que incluso peor que el primer día, cuando todavía teníamos la esperanza de encontrarla y de que todo hubiese sido un mal sueño», indicó María Carmen Iglesias, la hermana de la pontevedresa desaparecida hace seis años. Un caso que conmocionó Pontevedra, y que a día de hoy nunca obtuvo una respuesta real y concisa, que indicara qué le ocurrió a Sonia Iglesias y dónde se encuentra.

El 18 de agosto del 2010 la desaparecida, madre de un niño de siete años, iba con su pareja, Julio Araújo, a un zapatero en la calle Arzobispo Malvar de Pontevedra. Debido al tráfico se bajó antes de llegar a su destino. Se olvidó del calzado. Nunca la volverían a ver. Cinco años después de esa mañana, la sección cuarta de la Audiencia de Pontevedra ha desestimado los recursos contra el archivo provisional de la causa judicial por su desaparición. Se ratificaba, definitivamente, su sobreseimiento y se retiraba la imputación que pesaba sobre su pareja. Su familia, no ha dejado de luchar, de recordar.

«Hoy y mañana y siempre, vamos a seguir alzando nuestra voz para conseguir qué le pasó a Sonia y que el culpable o culpables paguen por sus actos. Olvidarnos de esta lucha, sería como olvidarla a ella», apreció su hermana en el discurso que dio ayer. «Año tras año hemos contado con vuestra ayuda y apoyo para que el recuerdo de Sonia sigo vivo. Os pedimos que sigáis a nuestro lado, en esta lucha, que no desistáis, porque solo nos queda el consuelo de conocer algún día al culpable. Ese culpable que se suele esconder en el entorno más próximo, aprovechándose despiadadamente de la confianza depositada».

El silencio ocupó la concentración de ayer. Su foto continúa expuesta en multitud de establecimientos comerciales y locales de Pontevedra. La ciudad del Lérez no la ha olvidado. Su caso aún hiela la sangre, más aún cuando perdura esa incertidumbre indefinida y macabra, lamentable e indecente, injusta.

Su familia espera «un milagro» referente a la investigación. Una pista que esclarezca lo ocurrido, que abra un caso que la Policía también recuerda que «sigue tan viva como el primer día».