Una iniciativa que implica a la federación de padres de alumnos y a la empresa

La Voz

PONTEVEDRA

26 jul 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

Hasta ahora los restos orgánicos de los 900 menús que la empresa Serunión sirve cada día en los colegios públicos de la ciudad y del rural que tienen comedor acaban en la basura. Pero a partir del próximo curso, cada comedor contará con un compostero donde se despositarán las sobras de las comidas de los escolares.

Tanto la Federación Provincial de ANPA de Centros Públicos de Pontevedra (Fanpa) como la empresa concesionaria aplaudieron en su día la iniciativa del Concello. Desde entonces están a la espera de recibir instrucciones municipales. «No sabemos nada nuevo». Así lo indicaron tanto el presidente de la Fanpa, Rogelio Carballo, como el responsable de Serunión en Galicia, Carlos Varela, que añadieron que la iniciativa debe corresponder al Ayuntamiento, que es quien va a formar a los monitores y a distribuir los composteros.

El día de la presentación de la idea, Rogelio Carballo hizo hincapié en que el proyecto educativo que se desarrolla durante el año escolar en los comedores de Pontevedra es el «gran descoñecido». Aludió a que la labor que se hace cada día va mucho más allá de servir comidas. Se difunden valores sociales y medioambientales, además de normas de conducta y hábitos saludables entre los escolares. «As veces nas casas estragamos o que se fai no colexio», admitió entonces.

Por su parte, la empresa Serunión no dispone de una estimación del volumen que representan las sobras de las comidas de los comedores de la ciudad. «Si teremos unha maior conciencia e sensibilidade, e esa estimación terémola co programa», dijo Carlos Varela el pasado marzo.