Rebelión arbitral por la ocultación de insultos racistas a un colegiado

manu otero PONTEVEDRA / LA VOZ

DEPORTES

Acusan al delegado de Pontevedra de obligar a modificar un acta ya cerrada

13 may 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

El colectivo de árbitros de Pontevedra denuncia el encubrimiento de insultos racistas procedentes de la grada hacia el colegiado de origen africano Hamza Aboufaris en el partido del pasado 16 de abril entre el Marcón y el ACD A Seca, de categoría cadete, por parte del delegado arbitral de Pontevedra, Manuel Vidal Araújo. En un documento secundado por la mayor parte de los 170 colegiados que componen el colectivo de esta zona, los árbitros denuncian lo que entienden como «humillación, amenazas y chantaje» hacia el juez del citado partido.

Todo ocurrió al concluir el partido disputado en el campo de O Carrasco. Según recoge el escrito, Aboufaris leyó el acta a los delegados de ambos equipos haciendo constar los incidentes del público ?«marroquí vete para tu país», le gritaron desde la grada?, cierra el acta y se la envía de forma automática a la delegación de la Federación en Pontevedra y a ambos clubes.

Antes y según la versión de los árbitros, el juez del partido comunicó al delegado de campo para que instara al espectador a cesar su actitud a lo que el delgado respondió «no me importa lo que digan, dedícate al partido y no a la grada», incluyó el árbitro en el acta. Al conocer la decisión del árbitro, el delegado del Marcón se dirige a Aboufaris diciéndole que va a llamar al delegado de árbitros para quejarse, exponen en su escrito.

Cuando Aboufaris llega a su domicilio recibe la llamada de Manuel Vidal Araújo «que le hace ver la conveniencia de borrar los incidentes del público porque esto le podría perjudicar», denuncia el colectivo pontevedrés en este escrito que prometen remitir a los más altos estamentos del fútbol.

Al final, el colegiado cede a las presiones de su delegado y accede a reabrir el acta, borra los insultos racistas del público y vuelve a cerrarla, explican desde el colectivo.

Sin embargo, antes de proceder al borrado de la información, Aboufaris realiza una captura de pantalla de la aplicación móvil desde la que envió el acta a la federación y la difunde entre algunos de sus compañeros, «por lo que pudiese pasar», sostienen en el comunicado.

Más que los insultos racistas, los árbitros de Pontevedra denuncian la decisión de la Federación de reabrir un acta, un acto que debe contar con el visto bueno de los clubes, el árbitro, el cómite técnico gallego de árbitros de fútbol y la federación gallega de fútbol. «Deben velar por el bien de la competición ya que de lo contrario es un agravio respecto a otros clubes a los cuales les sucedió el mismo incidente y fueron sancionados», recalcan en su escrito añadiendo que el procedimiento normal sería «que el club hiciese alegaciones una vez leída el acta».

Pero las cosas no se quedan ahí, el colectivo acude al presidente del comité técnico gallego de árbitros de fútbol, Bernardino González, que se compromete a estudiar el caso. Pero, minutos más tarde, según recogen en el documento, Aboufaris recibe nuevas presiones de Vidal Araújo para que desvelara a quién pasó la captura de pantalla.

Al pedir los árbitros explicaciones a su delegado, éste «nos contesta que lo hizo por el bien del árbitro dando a entender que el árbitro mintió en el acta», denuncian.

Por su parte, Bernardino González señala que están estudiando el caso y que no hará manifestaciones hasta que haya recabado toda la información relacionada con este caso.