Un hombre muere atragantado con un bocadillo en un bar de Vilaboa

M. B. PONTEVEDRA / LA VOZ

PONTEVEDRA

Ocurrió a eso de las cinco de la madrugada y los esfuerzos por reanimarlo resultaron estériles

11 abr 2016 . Actualizado a las 00:55 h.

Un pepito de ternera. Algo tan prosaico como un bocadillo parece haber sido el detonante de la muerte de Juan Carlos R. Q., un vecino de Pontevedra de 52 años de edad que en la madrugada de ayer perdió la vida al atragantarse en una conocida cafetería de Vilaboa.

Al parecer, el hombre llegó al bar El Descanso, situado en una de las dos estaciones de servicio que hay en la parroquia de Paredes, a su paso por la nacional N-550, poco después de las cinco de la madrugada acompañado de dos amigos. La víctima pidió un bocadillo para desayunar y, mientras lo comía, se atragantó con un pedazo del mismo. De inmediato, tanto sus acompañantes como el personal del establecimiento llamaron a la Guardia Civil y a los servicios sanitarios conscientes de la gravedad de la situación.

El personal del 112 intentó reanimar al hombre durante varios minutos, pero todos los esfuerzos que realizaron resultaron infructuosos, por lo que al final no tuvieron más remedio que certificar su muerte.

Con el paso de las horas, nadie se explicaba qué pudo haber ocurrido para que se desencadenase tan trágico final y tanto los vecinos como los miembros de los cuerpos y fuerzas de seguridad que acudieron a la emergencia calificaban el episodio de «auténtica fatalidad».

Un lugar de paso

Según explicaron fuentes del entorno, la víctima es uno de los muchos camioneros que acudían a diario a esta cafetería. Y es que el establecimiento es una parada frecuente por parte de transportistas, vecinos y visitantes, que acuden al céntrico bar ubicado en la localidad pontevedresa para almorzar.

La muerte de Juan Carlos R. Q. causó una profunda consternación ayer en toda la comarca de Pontevedra. Y es que además de ser vecino del barrio de A Seca, en la capital, el hombre tiene familia en el municipio de Ponte Caldelas, donde era también muy conocido. El funeral por sus restos se celebrará hoy, a partir de las seis de la tarde, en la parroquia pontevedresa de Mourente.